Por: Hugo Supo
Parece una racha. Y es que la muerte volvió a sorprendernos cuando menos lo esperábamos. Una colega, amiga y compañera de estudios volvió a partir a la eternidad sin decirnos adiós o un simple hasta luego. Digo volvió, ya que no es la primera vez que amigos cercanos se me van por cosas que sólo el destino lo sabe.
Recuerdo que conocí a Liliana Paco en la universidad, allí estudiamos para ser comunicadores sociales; lógicamente con sueños y metas que algún día guiarían nuestros pasos. Era el año 1999 cuando ella ingresó a la U, y luego de sufrir algunos contratiempos –pues yo había iniciado a estudiar en el 98- coincidimos en el mismo salón, y culminamos la carrera en el 2004.
No fue la más aplicada, pero era talentosa, tanto así, que luego lo demostró en su corto, pero bien hecho ejercicio profesional como productora de La Rotativa Regional de RPP Puno. Aún recuerdo aquellos “cruces de información” con Lili, como los periodistas solemos denominar al intercambio y contraste de datos obligado cuando no se tiene información confirmada. Recuerdo también, su rostro, su risueña forma de ver la vida, y las bromas que nos hacíamos en el Chat.
Y quizás, sólo los pocos que conocimos a Lili podemos atestiguar que se nos ha ido un gran talento, pero más que eso, podría decir que se fue una gran persona. La “señora de negro” no le ha permitido ir más lejos para cumplir aquellos sueños universitarios, enamorarse más, y formar una familia. Una gran pena.
Decía al principio, que amigos míos se están adelantando muy coincidentemente a enfrentar a la muerte de forma muy seguida. Claro, en momentos como este la nostalgia me trae al recuerdo a Melitón,“Sheput”…o Tatiana que falleció antes de Noche Buena del 2007.
Nada es consuelo en estos pasajes de la existencia. Todo es negro, una taza de café, velas, flores, discursos repetitivos, aguardiente y coca para velarla, lágrimas que nos resbalan por la mejilla, abrazos…En fin, la función tiene que continuar. Adiós Lili.
Parece una racha. Y es que la muerte volvió a sorprendernos cuando menos lo esperábamos. Una colega, amiga y compañera de estudios volvió a partir a la eternidad sin decirnos adiós o un simple hasta luego. Digo volvió, ya que no es la primera vez que amigos cercanos se me van por cosas que sólo el destino lo sabe.
Recuerdo que conocí a Liliana Paco en la universidad, allí estudiamos para ser comunicadores sociales; lógicamente con sueños y metas que algún día guiarían nuestros pasos. Era el año 1999 cuando ella ingresó a la U, y luego de sufrir algunos contratiempos –pues yo había iniciado a estudiar en el 98- coincidimos en el mismo salón, y culminamos la carrera en el 2004.
No fue la más aplicada, pero era talentosa, tanto así, que luego lo demostró en su corto, pero bien hecho ejercicio profesional como productora de La Rotativa Regional de RPP Puno. Aún recuerdo aquellos “cruces de información” con Lili, como los periodistas solemos denominar al intercambio y contraste de datos obligado cuando no se tiene información confirmada. Recuerdo también, su rostro, su risueña forma de ver la vida, y las bromas que nos hacíamos en el Chat.
Y quizás, sólo los pocos que conocimos a Lili podemos atestiguar que se nos ha ido un gran talento, pero más que eso, podría decir que se fue una gran persona. La “señora de negro” no le ha permitido ir más lejos para cumplir aquellos sueños universitarios, enamorarse más, y formar una familia. Una gran pena.
Decía al principio, que amigos míos se están adelantando muy coincidentemente a enfrentar a la muerte de forma muy seguida. Claro, en momentos como este la nostalgia me trae al recuerdo a Melitón,“Sheput”…o Tatiana que falleció antes de Noche Buena del 2007.
Nada es consuelo en estos pasajes de la existencia. Todo es negro, una taza de café, velas, flores, discursos repetitivos, aguardiente y coca para velarla, lágrimas que nos resbalan por la mejilla, abrazos…En fin, la función tiene que continuar. Adiós Lili.
