Por: Hugo Supo
A la misma hora que el pueblo puneño
observaba esperanzado el último discurso presidencial de Ollanta
Humala Tasso para acceder a energía limpia y barata, el ministro de
Hidrocarburos y Energía de Bolivia, Luis Alberto Sánchez,
confirmaba la próxima concreción del proyecto de exportación de
gas y energía eléctrica de la administración de Evo Morales hacia
países vecinos como el nuestro.
Pero contrario a lo que algunos podrían
pensar, especialmente los simpatizantes del actual Presidente
peruano, tenemos que ser conscientes de que este no es ningún logro
de nuestro gobierno, por el contrario es solamente parte del impacto
de una estrategia echada a andar hace algún tiempo por los asesores
del señor Morales.
En la campaña reeleccionista para el
periodo 2015-2020, Evo planteó una idea clara para sus
compatriotas: “Seremos el corazón energético de nuestra
Sudamérica”. La votación le favoreció por encima del 60%.
He ahí la razón por la que ahora el
gobierno vecino se atreve echar por tierra aquello de la consulta
previa a los pueblos indígenas. No lo necesita. La propuesta de
crecimiento energético había sido respaldada con alto nivel de
votación el 2014. La idea se convirtió entonces en una política de
Estado y el resto es historia conocida.
Por ahora el gobierno boliviano tiene
claro que su objetivo es ser el corazón energético de Sudamérica,
no solo es una promesa de campaña, es una idea concreta de avance
para ese país, es una idea que finalmente une al vecino pueblo.
El Perú tiene mayor potencialidad y
diversidad, ¿por qué no hemos logrado siquiera consolidar esa idea
de avance nacional?, ¿por qué hasta ahora no tenemos claro lo que
somos en el mundo? Quizás nuestra misma diversidad, la que nos llena
de tanto orgullo, sea la respuesta.
Harto difícil el reto nuestro, con un
pueblo tan heterogéneo queriendo buscar un futuro juntos y sin rumbo
claro a poco del Bicentenario republicano.
Pero hagamos algo, no es momento para
teorías, los altiplánicos empecemos por cohesionarnos entre puneños
y juliaqueños, no busquemos las diferencias, encontremos lo que nos
une. Esa será la herencia más grande que podamos dejar. (Correo
Puno Juliaca 30/07/15 Foto: Internet)