Por: Hugo Supo
Ha llegado el tiempo de ponderar las
candidaturas y empezar a descartar algunas para que la incertidumbre
se reduzca en estos días previos a las elecciones para gobiernos
subnacionales del Perú.
Empecemos: algunos candidatos arguyen
que su experiencia en gestión pública es la garantía de
cumplimiento de sus promesas, esos mismos le llaman “experiencia
en gestión pública” al hecho de ya haber sido algún tipo de
autoridad pública (alcalde, gobernador, congresista, regidor, etc.).
Lo que nos hace preguntarnos ¿es
imprescindible que el futuro gobernante haya sido autoridad para el
mejor cumplimiento de su rol? No.
Porque no estamos eligiendo caudillos,
sino equipos de trabajo cuyo liderazgo recae en el titular de la
lista. Cualquiera que entienda eso, sabrá que la experiencia en
manejo de la cosa pública le debe corresponder al equipo y no
solamente al postulante principal, incluso este podría tener
talentos diferentes a los meramente técnicos.
En cambio, sobre los candidatos que ya
fueron autoridades recae el peso haber pasado por el Estado en el
momento más crítico de la corrupción institucionalizada.
Amigos lectores, es poco probable
encontrar a alguna exautoridad limpia de procesos judiciales, muchos
de ellos están inmersos en actos de corrupción o sus funcionarios,
pero pretenden retornar al poder estatal gracias al garantismo del
derecho peruano.
Por eso tomamos partido por la
renovación de los cuadros políticos, quienes si bien deben ser
sapientes en gestión pública, sobretodo deben mostrar sus cuadros
técnicos con quienes piensan gobernar desde enero próximo.
He allí la garantía de conocer cómo
y con quiénes se quiere hacer gobierno.
POSDATA. En el caso regional, el más
consolidado sigue siendo Walter Aduviri, para él, su destino de segunda vuelta lo decidirán los jueces el 5 de octubre, si lo
liberan es posible que gane, si no, pues ahí están los segundones
haciéndose guerra sucia estos días. (Correo Puno Juliaca 27/09/18
Foto: Difusión)