jueves, febrero 23, 2017

El alcalde barrendero

Por: Hugo Supo

Aquella imagen de Oswaldo Marín como alcalde estrenado de Juliaca ha quedado grabada en la mente del colectivo social. 
En sus primeras horas como burgomaestre, en enero de 2015, la autoridad salió –escoba en mano- a recoger la basura que su antecesor había dejado descuidada.
A decir verdad, el gesto causó un efecto positivo para la reputación del popular “Cumpita” que había llegado al poder a punta de comentar noticias y leer comunicados en una emisora radial.
De todos los alcaldes nuevos, era el primero en promocionarse con tremendo mensaje: él mismo tomaría las riendas para solucionar los problemas más álgidos del pueblo.
Pero ha pasado el tiempo y Oswaldo Marín ya no tiene ganas de agarrar la escoba. Ahora debe ser algo espantoso, considerando el problemón del que no puede salir hace varios meses.
Es curioso ver al mismo personaje populacho que iniciaba su periodo queriendo hacer las cosas bien, ahora arrinconado por una comunidad que está harta que le depositen 120 toneladas de mugre diaria, una población aproximada al cuarto de millón que se inunda entre desperdicios y sus propias incapacidades. Incluso la oposición le ha saltado a la yugular para solicitar ante el pleno del Concejo su suspensión por 30 días.
Es que a pesar de que los gestos pueden tener cierta significancia, no se gobierna con ellos señor Marín. Los gestos –si queremos que tenga efecto duradero- deben ir acompañados siempre de estrategias y planes efectivos.
Las cosas no se han hecho como deberían desde el principio. No se necesitaba un alcalde que barra en su primer día, sino un líder que denuncie al antecesor por lo calamitoso de la ciudad en este tema (ahora tiene que cargar su cruz solo) e inmediatamente ponerse a trabajar con lo mejor de su élite técnica parar proyectar una gran planta de procesamiento de basura, incluso se pudo hablar de industria regional.
Son más de dos años y Juliaca sigue pidiendo auxilios temporales. Es cuando los gestos no funcionan, cuando lo “políticamente correcto” es cero a la izquierda. (Correo Puno Juliaca 23/02/17 Foto: Difusión)

jueves, febrero 16, 2017

¿Dónde está la reserva moral?

Por: Hugo Supo

Demasiada soberbia corre en la sangre de quienes se han hecho llamar “reserva moral”, tanta como la que ahora mismo corre en las venas de los que se autoproclaman como los dignos de la sociedad. Peligrosa gente ha resultado siendo para el fortalecimiento institucional y democrático del país postfujimorismo.
Cuidado que similares lobos vestidos de corderos publicitan hoy su indignación. Ojo que la experiencia nos dice que solo sabían buscar nuestros votos.
Pues resulta que la autoproclamada “reserva moral” le ha fallado al país, han engendrado odio para tapar sus fechorías, han distraído con discursos populistas y han señalado al otro como el responsable de todos los males nacionales, sin mirar- tal cual dice la Biblia- la viga en ojo propio.
Y ahora ensayan todo tipo de excusas para justificar la inmundicia en la que seguimos como país. Que el fujimorismo, que el modelo neoliberal, que la globalización. Pamplinas.
Hoy el peruano de a pie sabe que la clase política completa ha fallado, unos por hacer mal, otros por no hacer nada.
Quienes han asumido el poder y quienes lo han compartido tenían la enorme responsabilidad de darle funcionalidad y estabilidad a las instituciones; porque cuando se habla de construir un Estado-Nación no se trata de personas, sino de instituciones en el marco de la democracia.
Curioso escenario es –cual si fuera el relato de Orwell (Rebelión en la Granja)- ver transformados a esos que se proclamaban paladines de la democracia, luchadores sociales y similares cursilerías, en aquello que tanto han odiado.
Como si no supiéramos que los que hoy marchan, por ejemplo, ya están pensando en ser figuritas para las elecciones del Bicentenario.
¿Dónde está la reserva moral verdadera? Claro que existe. Es el ciudadano anónimo. Quien es eficaz en sus obligaciones. El padre que no abandona hijos. Quien no bota basura en las calles. El que respeta los semáforos. Quien se compadece de los animales. El que sabe que aporta más haciendo que parloteando. El resto es cuento. (Correo Puno Juliaca 16/02/17 Foto: Difusión)


jueves, febrero 09, 2017

El caso Ccama-Quispe

Por: Hugo Supo

¿Por qué el peruano de a pie le tiene desconfianza a las instituciones?, Por casos como el siguiente: En las postrimerías de enero pasado, la Corte Superior de Justicia de Puno comunicó la confirmación de la sentencia dictada contra el excongresista fujimorista Francisco Ccama Layme y el actual consejero por Putina, Ángel Quispe Masco, por delitos ambientales (minería informal) cometidos en el distrito de Ananea, cabecera de la cuenca Ramis.
Tanto el Juzgado Mixto de la provincia de Huancané como la Sala de Apelaciones de la provincia de San Román encontraron indicios suficientes para decidir una condena de dos años con seis meses de pena privativa de libertad con carácter de suspendida para ambos. 
Y la sentencia no solo implica privación de libertad (que desde ya es un saludo a la bandera), sino una multa de 500 mil soles como reparación civil en favor del Estado, además -ojo con esto- de la inhabilitación para ejercer por cuenta propia o por intermedio de terceros, cargos de representación de empresas mineras, e inclusive el de no poder requerir la asignación o titularidad de concesiones mineras y, obviamente, su incapacidad para ejercer función pública.
Aquí el asunto es que el juicio ya lleva varios años. Como los implicados encuentran cada excusa para no afrontar a la justicia y dilatar el proceso, la sentencia no alcanzó a Ccama Layme cuando ejercía labor congresal, pero sí atrapó a su socio Quispe Masco. 
Bien pues, si el Consejo Regional aplicara la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales ya habría procedido a discutir minimamente la suspensión del consejero de Putina (al existir la posibilidad de nueva apelación, la vacancia es algo más complicado). 
Pero no. Quispe pretende demorar su inminente salida de la función pública y acaba de enviar una solicitud de licencia por 30 días ante sus colegas partidarios. No frieguen.
Esos son los resultados del excesivo garantismo que tiene nuestro sistemas de justicia y administrativo, paraíso para los que quieren pasarse de vivos. (Correo Puno Juliaca 09/02/17 Foto: Difusión)