Por: Hugo Supo
Tomemos como referencia la última
encuesta de Defondo, publicada esta semana, para ver cómo andan los
postulantes regionales.
WALTER ADUVIRI: Está prófugo, pero es
el único que ha logrado captar una votación dura que parece no
bajar del 15%. Qué duda cabe, es el candidato con más potencial y
el que más se perfila a una segunda vuelta. Sería catastrófico
para Mi Región que decidan su exclusión; al postulante a vicegobernador,
Agustín Luque, le falta mucho para pintar por cuenta propia.
HUGO QUINTO: Tiene la ventaja de acoger
a un candidato de crecida en Juliaca (Mario Benavente); esto le
permite capturar el voto juliaqueño que siempre quiere mantenerse
distante de Puno y las provincias del sur. Quien conquiste en
Juliaca, puede pelear un pase a segunda vuelta.
ALEXANDER FLORES: Anda de malas, muchas
de sus candidaturas se han caído, dejándolo en desventaja. Además,
da la impresión que su postulación se ha estancando. No hay
frescura en sus apariciones públicas ni el elemento sorpresa. Quizás
su mayor ventaja es el dinero, lo que podría mantenerlo con vida
hasta el final.
MARIANO PORTUGAL: Es trajinado, pero
tendría que esperar la exclusión de Aduviri para tener oportunidad
en Puno y distritos aimaras del sur. Ha cansado mucho.
RICHARD HANCCO: El entusiasmo no
alcanza para ganar. Lo habíamos dicho antes, la improcedencia de su
candidatura lo ha herido gravemente. Es difícil que ingrese a Juliaca
y vamos a ver si su natal Azángaro lo respalda.
EDGARDO PINEDA. Viene del mismo círculo
político universitario que Hancco. Su indefinición política en
elecciones internas lo ha agotado. Dificil que levante en tan poco
tiempo.
ORLANDO ARAPA: Las bases de AP son
insuficientes para llegar a segunda vuelta.
CÉSAR QUISPE: Paga las consecuencias
de haber empezado su campaña dos años antes.
OSCAR QUENAYA: A veces pone la sazón
en los debates.