Por: Hugo Supo
Los gremios periodísticos, las
universidades y las entidades pro-democracia deberían de consolidar
un observatorio electoral que permita monitorear las exposiciones de
los candidatos regionales y municipales.
Este instrumento serviría para sacar
al fresco a los “candidatos mudos”, esos que suelen recorrer las
comunidades campesinas y barrios con cerveza en mano, casa por casa y
hasta distribuyen dinero entre los electores para captar votos.
Quienes se presenten a la campaña para
ser autoridades en los gobiernos subnacionales están en la
obligación de exponer sus idearios, programas y planes de gobierno.
Y los ciudadanos tenemos el deber de
exigir claridad, coherencia y detalle de las estrategias que
aplicarán dichos candidatos para el logro de sus objetivos y metas.
Los espacios para dicha exposición son principalmente dos: los
debates y exposiciones que convocarán el Jurado Nacional de
Elecciones o las organizaciones de la sociedad civil y los medios de
comunicación social.
La experiencia nos dice que el primer
espacio suele ser acartonado y expositivo, muchas veces el tiempo
solo alcanza para plantear generalidades y nunca especificidades,
cuando esto último es lo que nos interesa a los electores.
En cambio, el espacio de las
entrevistas en medios de comunicación suele ser más rico, pues, la
temática está delimitada por los periodistas y no por el protocolo
del JNE. Aquí el riesgo es el apasionamiento de algunos colegas, aunque la prensa regional ya tiene mucho de profesional en
los últimos tiempos.
De todos modos, después de las inscripciones
toca la exposición y debate de propuestas. Los aspirantes a
autoridades deben pasar por un exhaustivo examen ciudadano; eso
empieza por combatir a los “mudos” y hacerlos hablar.
¿Cómo
medimos el nivel de participación de los candidatos en actos
expositivos y de debate? Un observatorio podría ayudar a esta débil
democracia.(Correo Puno Juliaca 21/06/18 Foto: Difusión)