Por: Hugo Supo
La ausencia del trabajo en equipo en
las gerencias del Gobierno Regional de Puno es algo que el gobernador
Juan Luque ya no puede ocultar. Su fracaso es inminente si continúa
por la misma senda de los últimos seis meses.
La responsabilidad la tiene, por
supuesto, el mismo Juan Luque y, luego, su gerente Juan Cayro que no
ha despegado más allá de lo que habla y dice haber estudiado.
En los hechos, el gerente Cayro no
reúne el perfil para gerenciar un aparato tan grande como es el
Gobierno Regional, su capacidad de respuesta política y liderazgo
corporativo es nulo y en cuanto a lo técnico, pues realmente no hay
gran cosa en ejecución de gastos ni gestión de proyectos.
La muestra más importante de esa
deficiencia la ha dado el Gobierno Regional en la reciente visita del
Consejo de Ministros a Moho, con el gobernador y alcaldes tratando de
consensuar un discurso minutos previos a la sesión, es una
vergüenza.
Juan Cayro fue presentado como buen
prospecto de gerente a inicios del año, su curriculum decía que
tenía conocimientos de alta gerencia, pero también la experiencia
de haber asesorado en temas administrativos al exgobernador Mauricio
Rodríguez.
Asimismo, el contador Cayro llevaba la
insignia de confianza dada por el estrenado gobernador, con quien ya
hubo cercanía desde la campaña electoral del año 2010. Es decir,
el gerente general ha tenido todo el camino para emprender una buena
administración, sin embargo, todo parece un fiasco.
Le toca entonces a Luque, mover algunas
de sus piezas para enderezar el rumbo en el difícil camino al
cumplimiento de sus promesas. Esto lo han notado también los
miembros del Consejo Regional que han acordado “censurar” a más
de un gerente.
¿Pero es suficiente un cambio de
profesional? Quienes ya hemos observado estos mismos escenarios en
gestiones anteriores, sabemos que el cambio de nombres es
insuficiente.
Dicen que podría asumir la gerencia
general el señor Manuel Margas (actual gerente de Infraestructura);
lo que tiene que evaluarse además del desempeño gerencial y
capacidad ejecutiva es si tiene tino para cohesionar el trabajo del
resto, un aspecto harto difícil en una agrupación sumida en
disputas como es el PICO. (Correo Puno Juliaca 06/07/15 Foto: Los Andes)