jueves, enero 04, 2018

Martín Vizcarra

Por: Hugo Supo

El vicepresidente Martín Vizcarra ha perdido la irrepetible oportunidad de escribir su nombre en la historia de la República. Viendo en retrospectiva, el exgobernador regional de Moquegua bien pudo cambiar el rumbo del país. ¿Cómo es esto?
Sucede que los aúlicos utilizan términos catastróficos como “golpe”, “dictadura”, “romper el orden constitucional” y otros, de acuerdo a su conveniencia.
La Constitución Política del Perú es interpretada a la medida de los intereses particulares de izquierdas, derechas, “antis” y otros grupos.
Por ejemplo, el antifujimorismo usó la cantaleta del “golpe a la democracia” para oponerse a la vacancia presidencial planteada por la bancada del Frente Amplio, aunque desde la frialdad del análisis podemos sostener claramente que allí no hubo rompimiento del orden constitucional alguno.
Si se vacaba al Presidente asumía alguno de los dos vicepresidentes y se manejaba la transición. Así tendría que ocurrir en cualquier otra democracia de América Latina o el resto del mundo.
No obstante, el vicepresidente Vizcarra cayó -o se prestó- en el juego de los “antis” al someterse a la estrategia de Pedro Pablo Kuczynski, saliendo en señal de televisión abierta para respaldar el mensaje donde el Presidente amenazaba con la renuncia de todo el Ejecutivo en caso los congresistas lo vacaran.
Vizcarra pudo apartarse de PPK y de los enormes tentáculos que Odebrecht tiene sobre la clase política para darle rumbo a un gobierno complementario hasta el Bicentenario, pero prefirió ser un simple instrumento.
Con PPK vacado, Vizcarra tuvo que haber asumido la Presidencia de la República con medio Perú apoyándolo. Se hubiera evitado la negociación del indulto a Fujimori y la calle era el escenario ideal hasta para una Cuestión de Confianza con el agresivo Congreso naranja.
Todo eso pudo hacer el moqueguano, pero hay gente que no quiere trascendencia alguna y así suelen morirse. (Correo Puno Juliaca 04/01/18 Foto: Difusión)