jueves, mayo 30, 2019

Reforma política


Por: Hugo Supo

Indudablemente, la Reforma Política es una necesidad para la democracia peruana, pero esta requiere una discusión profunda y amplia de la sociedad, no solo del visto bueno del grupo de “notables” elegido por el presidente de la República Martín Vizcarra.
El ciudadano de a pie sabe generalidades sobre la mentada Reforma Política, como que son 12 proyectos de Ley, que algunos requieren de cambios en la Constitución Política, el rechazo a la Bicameralidad, la reelección congresal, entre otros aspectos mediatizados.
Sin embargo, pocos conocen las implicancias de la propuesta impulsada por Vizcarra y sus ministros de Estado.
Estos días, la discusión se ha centrado en asuntos coyunturales como la cuestión de confianza, la pérdida de inmunidad parlamentaria, entre otros. Son temas importantes, pero no dejan de ser efectistas a los intereses del Presidente.
La gente pide una Reforma Política que desconoce en sus detalles, garantía de que seguirá quejándose más adelante, porque no ha participado en la construcción de las reformas.
Quizás esa es la debilidad principal del reformista Vizcarra. Saltarse el debate público generará normas sin legitimidad a mediano y largo plazo. Un camino que infelizmente ya hemos recorrido y ha sido desastroso para el país.
Por eso las propuestas del Presidente Vizcarra siguen siendo parches para mantener a flote la débil democracia nacional.
Hay que comprender que el ciudadano peruano, no solo quiere un nuevo Congreso, también un nuevo Presidente, nuevos jueces, una nueva clase política que nos represente de manera digna y responsable.
Lamentablemente, la discusión está centrada solo en el cierre del Congreso de la República, no así en la posibilidad de una Asamblea Constituyente que sería el inicio de una Refundación de la Patria, tan necesario en esta etapa de la historia peruana. (Correo Puno Juliaca 30/05/19 Foto: Difusión)


jueves, mayo 23, 2019

Mancomunidad Sur: ¿y Puno?


Por: Hugo Supo

Cosas de la vida. En el referéndum de 2005, Moquegua generó una isla dentro del territorio de la proyectada Macro-región Sur Andina (Arequipa, Tacna y Puno). La entonces presidenta regional moqueguana, Cristala Constantinides, prefirió aislarse respaldada en su poderío minero, resquebrajando la integración frente al centralismo limeño.
En 2019, es Puno el departamento que ha quedado aislado del proyecto Mancomunidad Sur; el mapa de esta jurisdicción incluye a Tacna, Moquegua, Arequipa, Cusco y Madre de Dios.
Pero no todos los puneños estamos en contra de la integración regional. Es el gobernador Walter Aduviri quien considera innecesaria a la Mancomunidad Sur, quizás sospechando que la verdadera intención de los vecinos es el aprovechamiento de recursos (¿hídricos?) sin considerar a los pobladores del altiplano.
Las sospechas de Aduviri están fundadas en la historia, es cierto que son los departamentos costeros que más provecho le han sacado a los recursos que nacen en Puno: agua, alpaca, quinua, leche, minerales, etcétera.
Y Aduviri representa en este momento ese resentimiento histórico, el de ver cómo los vecinos desarrollan sin que los de aquí tengan las mismas oportunidades, salvo que opten por la migración.
De manera que el común denominador de las frustradas integraciones es el miedo, resentimiento y las autosuficiencias representados en los políticos.
Aún no sabemos lo que el destino depara para la Mancomunidad Sur 2019. Pero sí advertirmos la irresponsabilidad de los gobernadores de Arequipa, Tacna, Moquegua, Cusco y Madre de Dios al permitir el nacimiento de este proyecto sin participación puneña.
Así como la necedad de Walter Aduviri al insistir con el aislacionismo sin plantear alternativa alguna.
Sobre todo ahora que todo el sur está inundado de puneños, cuando aislarse es ir a contracorriente. Sobre todo ahora, que la expansión altiplánica ha desbordado en muchos aspectos. (Correo Puno Juliaca 23/05/19 Foto: Difusión)

jueves, mayo 16, 2019

Dicen y desdicen


Por: Hugo Supo

Demasiado pronto para que el gobernador de Puno, Walter Aduviri Calisaya, haya perdido tanta credibilidad ante la ciudadanía. No ha pasado ni medio año y la población ya no está dispuesta a creerle.
Se nos dijo “cero corrupción” e inmediatamente se filtraron audios y documentos con indicios de manejos irregulares en licitaciones y contrataciones de personal.
Se nos dijo que había un equipo técnico que garantizaba el desarrollo del Plan de Gobierno, pero luego se reveló que eso es de fantasía. Lo que existe, son apenas bachilleres y novatos que incluso fueron observados por la Contraloría General de la República.
Se nos dijo que el gobernador tenía experiencia en gestión pública, pero resulta ni idea tiene sobre “delegar funciones”. En este tiempo, la propaganizada experiencia la ha volcado para simularse capataz, haciendo inspecciones madrugadoras y noctámbulas.
Y todos estos aspectos nacen de la misma boca del líder aimara, nadie le ha obligado a causar esas expectativas.
Sin embargo, no solamente se ha tratado de la boca del gobernador regional puneño, mucho tienen que ver también los técnicos que lo asesoran.
Hace pocos días, un acelerado Walter Aduviri anunció la nulidad del contrato para la construcción de la carretera San Juan de Salinas – Chupa (Azágaro). ¿Basado en qué? En una simple opinión legal. Por ahora, su anunciada nulidad no va.
Y ahora resulta que el gobernador fue engañado sobre la calidad de las columnas del estadio Guillermo Briceño Rosamedina. El estudio con el que rechazó instalar el sistema de iluminación es un fiasco. Las columnas están bien según el ingeniero Rubén Tamayo.
Esto resquebraja la relación política con la ciudad de Juliaca. Y Juliaca no suele perdonar a quienes le fallan. Tiempos difíciles son los que vienen. (Correo Puno Juliaca 16/05/19 Foto: Difusión)


jueves, mayo 09, 2019

Gastar por gastar II


Por: Hugo Supo

Es tradicional que las autoridades puneñas “apoyen” a los conjuntos de danzas que participan en actividades folclóricas como la Festividad de la Virgen de la Candelaria desembolsando fondos estatales, aunque sin horizontes culturales claros.
El efecto que buscan es en el corto plazo. Financian pasajes, hospedajes, alimentación y hasta apadrinan francachelas. Ven la fiesta y el folclore, no la materia prima que genera industria cultural.
Habíamos pensando que un gobernador con “identidad andina” podría significar cambios sustanciales en estos aspectos. Nos hemos equivocado.
A inicios de 2019, una de las primeras decisiones del Consejo Regional, de mayoría aduvirista, fue la entrega de mil soles a cada conjunto de danza originaria que haya participado en la más reciente edición de la Festividad Virgen de la Candelaria.
Esta decisión, en apariencia, ayuda a revalorar la expresión dancística del altiplano peruano, pero es media verdad.
¿Existe una manera de saber si el dinero entregado a los más de cien conjuntos ha servido para acciones de salvaguardia? No.
Los directivos de los conjuntos no están obligados a rendir esas cuentas, al menos no ante el Gobierno Regional de Puno, por lo que hacer evaluar esa “inversión” es harto difícil.
La realidad de los conjuntos es también compleja, como el dinero se entrega a los presidentes salientes, son estos los que deciden el uso. No hay garantías de que la ayuda llegue a las nuevas juntas que encaminarán su organización a la próxima festividad.
Los consejeros regionales han tenido buena intención, pero la gestión pública es mucho más que eso.
Solo en esta donación, el Gobierno Regional ha desembolsado unos 120 mil soles. ¿Cuánto podría significar ese dinero en temas de organización de la fiesta? (Y eso que no hemos hablado de las municipalidades).
Estamos de acuerdo con que el GORE use fondos estatales para aspectos culturales como danza y música, pero es necesario reorientar el uso adecuado de esos dineros: institucionalización de los conjuntos, salvaguardia, investigación, organización e impulso de industrias culturales, eso es lo que necesitamos; no gastar por gastar. (Correo Puno Juliaca 9/5/19 Foto: Difusión)