Por: Hugo Supo
El gobernador regional de Puno, Juan
Luque Mamani, salió electo gracias al voto juliaqueño. Recordarán
que en 2014, el también exrector de la UANCV logró una fuerza
arrolladora en la Ciudad de los Vientos, tan es así que casi el 80%
del electorado le otorgó confianza en aquella ocasión.
El voto juliaqueño fue más notorio en
la segunda vuelta, cuando Luque derrotó a Walter Aduviri Calisaya y
se sentó en el sillón regional.
La pregunta es ¿a quién beneficiará
el voto juliaqueño en las elecciones de 2018?
Hasta ahora, ninguno de los postulantes
al GORE Puno ha explotado con contundencia el bolsón electoral más
grande de la región altiplánica.
He ahí la razón por la que la
población de San Román todavía se mantiene en incertidumbre para
la elección regional.
Sin embargo, quien mayor posibilidad
parece tener es el candidato de Moral y Desarrollo, Hugo Quinto; pues
es juliaqueño harto conocido y tiene en su candidato provincial
(Mario Benavente) la garantía de seguir creciendo como ha ocurrido
en las últimas semanas.
No ocurre lo mismo con Alexander Flores
(Poder Andino), quien pese a sus esfuerzos no logra empatía con el
sentimiento juliaqueño. Es más, su candidato provincial (Oscar
Cáceres) es cuestionado por no residir en Juliaca, sino en Arequipa.
Para el movimiento FADEP, la cosa está
más difícil, porque Richard Hancco no ha trabajado el factor
identidad. Se ha preocupado por publicitarse como un exfiscal
renunciante, lo que lo hace ver, más bien, como el candidato
pro-sistema por excelencia.
Sumado a esa realidad, su candidato
alidado en San Román, Rubén Tamayo, apenas cuartea en las
encuestas.
Así entonces, una estrategia es
conquistar al votante juliaqueño, aunque lo otro sería dividirlo.
Veremos cómo plantean sus estrategias los postulantes en estas
últimas semanas de campaña electoral; luego se podrá desprender
quién tiene mayor posibilidad de pasar a segunda vuelta junto con Mi
Región. (Publicado en Correo Puno Juliaca 20/09/18 Foto: Difusión)
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