
Los puneños no podríamos sentirnos orgullosos pues nos han catapultado –hablando en el argot futbolístico- en el sótano de la tabla de ejecución presupuestal, ni siquiera pudiendo superar el 25% de gasto, pese a las promesas del gerente Alcides Huamani de llegar al 60%.
Eso supone Don Mauricio, que usted anunciará cambios desde enero próximo, este asunto no debería ser motivo de discusión, es simplemente tener sentido común; su equipo técnico ha resultado ser ineficiente y ha llegado el momento de decirles gracias.
Significa ello asumir ciertos riesgos, como la discontinuidad que podría darse en los proyectos regionales, lo que necesariamente nos hace pensar señor Presidente que ratificará la confianza a algunos sub gerentes, asesores, personal estratégico y hasta quizás al mejor gerente, con el fin de no tener un hueco en la gestión que luego podría ser utilizada como excusa para decir “recién estamos aprendiendo” o ya el famoso “los que pasaron tienen la culpa”.
En realidad eso es lo más fácil que le toca hacer antes de fin de año señor Presidente, lo verdaderamente difícil sigue siendo su capacidad para afrontar políticamente asuntos vitales dentro de su propia organización, pues como se habrá dado cuenta en la audiencia pública del miércoles 21 de diciembre, no hay oposición en el Consejo Regional, ni en la sociedad civil y mucho menos en las otras organizaciones políticas. No podríamos decir lo mismo de la agrupación AQUI, cuyos integrantes han montado espectáculos que al final lo han perjudicado, ¿se ha dado cuenta no?
Quizás a la única críticaque ha sentido es a un sector de la prensa que se ha mantenido vigilante; pero eso ha molestado siempre a los políticos y usted no es la excepción, de cierta manera a un político –mucho más, si antes fue periodista- le duele que sus excolegas se conviertan en críticos cuestionadores de su trabajo, allí nacen los chistosísimos personajes que estando en política pretenden darnos lecciones de periodismo a los periodistas.
El enemigo no es la prensa señor Presidente, el enemigo está dentro, es fácil de reconocerlo, es aquel que le susurra al oído que usted es todopoderoso, que lo adula, que nunca lo cuestiona, que jamás le critica aunque sea el peinado y sobre todo aquellos que le telefonean para chismearle lo que sus supuestos enemigos hicieron, esos son los peores, le enceguecen y se convierten en una verdadera amenaza.
No es secreto aquello de la disputa por el poder al interior de AQUI, tampoco lo que sucede en la emisora radial que dirigió y mucho menos lo que pasa en los corrillos del edificio regional. Usted tiene la palabra, puede molestarse con este columnista o puede sacudirse de una vez de esa gentuza. (Publicado en Correo 25/12/2011)