Observar la belleza paisajística de la ciudad de Puno en la noche no es lo mismo que hacerlo a la luz del sol. Cuando cae la oscuridad en el altiplano y las artificiales luces empiezan a brillar se ve un Puno distinto, una ciudad más que hermosa a orillas del gran Titicaca, sin necesidad de avergonzarse por las inconclusas fachadas de las viviendas construidas en las laderas de sus cerros, una ciudad de ensueño de la que sería imposible no enamorarse.
Paisajes que nunca han sido vistos desde los ángulos en los que nos presenta el joven Giorgio Pinazo Álcon son los que exhiben sus 20 fotografías, en una muestra que empezó ayer lunes 04 de enero en
Atardeceres, amaneceres, contraluces, noches con luna, luces reflejadas en el lago Titicaca, es parte de lo que el fotógrafo puneño ha decidido presentar en su primera exposición individual.
“Se trata de consolidar ciudadanía, aprender a valorar la belleza de nuestra ciudad para conservarla y sentirse orgullosos”, indica Giorgio a los periodistas, poniendo énfasis en hacer notar que con su trabajo ha pretendido mostrar un Puno que quizás nunca se ha visto antes, y que es necesario revelarlo así.
“Hacer fotografía de noche es por demás difícil, Giorgio tiene buen ojo para este trabajo”, comenta el cineasta puneño Henry Vallejo sobre la muestra que se extenderá hasta el 15 de enero.
Lamentablemente, el esfuerzo del joven no ha sido apoyado por los llamados a hacerlo, solamente algunas empresas privadas han apostado por la idea de él, mientras que las autoridades de uno y otro sector, como casi siempre es en estos casos, han enmudecido.
Giorgio es ecologista, se moviliza en bicicleta para evitar contaminar la atmósfera, odia las antiestéticas calles llenas de cables y espera lograr reflexiones con este primer trabajo. A sus 28 años estudia Derecho en
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