sábado, julio 14, 2012

Hacer patría desde aquí


Por: Hugo Supo

“El 48,2% de los jóvenes de 15 a 29 años tienen expectativa de vivir en otro país”. Poco menos de la mitad de los jóvenes peruanos sueña con irse a otros lares, ya sea por mejoras económicas, estudios o contrato laboral; así de frías son las cifras de la Encuesta Nacional de Juventud (Enajuv), realizada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), por encargo de la Secretaría Nacional de la Juventud.

Pero, esa misma encuesta nos da otros detalles que vale la pena resaltar, por ejemplo el hecho de que según grupo de edad, la expectativa por vivir en otro país disminuye conforme la edad aumenta, es decir, hay una relación inversa, a menor edad mayor expectativa por vivir en otro país: 56,3% del grupo de 15 a 19 años, 47,8% del grupo de 20 a 24 años y 36,5% del grupo de 25 a 29 años.

El no querer vivir en Perú no es un tema de ahora, lo mismo que un puneño no quiere vivir en Puno o un vilquechiqueño -por solamente poner un ejemplo- no quiere radicar en Vilquechico. Y es que el fenómeno migratorio sigue teniendo las mismas bases: expectativa económica, ansías de subir de estatus social, sentido de pertenencia, etcétera.

Lo cierto es que las personas se van o se quieren ir porque en sus lugares de orígen no encuentran lo que necesitan o lo que hallan es insuficiente, de ahí la necesidad de mejorar el acceso a un trabajo digno, centros de estudio y el mismo hecho de la revaloración cultural.

La misma encuesta dice que el 45% de los jóvenes peruanos tiene un empleo donde ganan menos de S/. 600, por debajo de la Remuneración Mínima Vital (S/. 750); lamentablemente esta situación se da por la informalidad laboral, y el poco incentivo del Estado para mejorar las oportunidades de las Mypes, generar o atraer la inversión privada grande, esa que nos inyecte competitividad y nos lleve al crecimiento. Gran reto para el gobierno que habló de la Gran Transformación.

La educación universitaria y técnica está de mal en peor. En estos días que se han nombrado más de 100 “catedráticos” en la Universidad Nacional del Altiplano he recordado un debate de cuando era estudiante, y un docente -que curiosamente acaba de acceder al nombramiento- sostenía que la razón de la universidad no eran los estudiantes ni la investigación, sino dar trabajo y condiciones a los docentes para que sean guias de la sociedad. Ha pasado el tiempo y veo que seguiremos viendo ese inutil circulo vicioso. Los profesores universitarios han logrado la homologación de sus sueldos con la de los magistrados del Poder Judicial, ¿ha cambiado algo desde entonces?, ¿cambiará algo con estos nombramientos? Lo que consuela es la pronta renovación generacional.

En lo cultural, aún existe gente que se averguenza de su orígen, una lamentable herencia colonial que nos impide lograr aquello que -por lo menos en teoría- nos explica la interculturalidad. Pero creo que esa alienación es temporal, que con el tiempo y madurez todo ello puede cambiar para bien, ya habemos quienes decimos con orgullo ser de Puno y aquí nos quedaremos.

Y lo mismo pasa con el resto de aspectos, volviendo al segundo párrafo de este artículo: “la expectativa por vivir en otro país disminuye conforme la edad aumenta”; los pesimistas podrían decir también que cuanto más viejos nos hacemos más resignados estamos a nuestra suerte, yo prefiero pensar que maduramos, queremos más a la tierra y optamos por trabajar por nuestro presente y futuro. Ahora que se vienen las Fiestas Patrias, qué mejor patriotismo que eso. (Publicado en Correo 15/07/2012)

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