domingo, julio 28, 2013

El discurso de Humala

Por: Hugo Supo 

La historia es esta: el Presidente pronunció su discurso, los ciudadanos le respondieron -como siempre- con descontento, ahora le llueven críticas, los analistas hacen su chamba, los ayayeros defienden hasta lo que no ha dicho, la burocracia agita un paro y sus enemigos políticos le hacen leña hasta por esa banalidad de que Nadine Heredia le quitó el asiento durante la misa y Te Deum.
Como discurso cae bien: soñador, prometedor, esperanzador, pero la verdad es que la gente quería pisar tierra o, más bien, que sea Humala el que aterrice.
Esas cifras no comparadas sobre Beca 18, SIS, crecimiento económico, turismo, etcétera, no ayudaron; por el contrario, uno podría tener la sensación de que quizás estemos peor que el año pasado o hace cinco. El estribillo de que vamos “en buen rumbo” es insuficiente.
“Incluir para seguir creciendo” ha afirmado Humala, pero de manera general, mencionando, por ejemplo, que un logro suyo es duplicar el presupuesto para el Concytec, como si fuera garantía de crecimiento en investigación y generación de conocimientos.
Lástima que no haya anunciado detalles sobre trabajo, infraestructura y seguridad; son estos puntos los que al final de cuentas interesan al peruano de a pie, no limosnas, no campañas de ayuda, no programas de redistribución económica, sino oportunidades, capacidades y, sobre todo, trabajo digno.
A todo esto, nadie tiene claro por dónde va eso de la inclusión social, el Primer Mandatario sostiene que es fortalecer las capacidades productivas (suponemos, por ejemplo, como el caso de Concytec y mejor educación), aunque, por lo pronunciado ayer, la ruta parece no haber cambiado de los programas sociales, que, como ya se ha dicho hasta el hartazgo, no contribuyen a salir de la pobreza, solo a paliarla.
Algo que rescatar es la Ley de Servicio Civil puesta en marcha, que debe ser fortalecida y defendida por la ciudadanía y por el Gobierno. Si Humala quiere llegar adonde dice que llegará, no debe torcerse ante las quejas de la burocracia nacional, de ese pequeño sector de trabajadores estatales que han secuestrado la marcha de las instituciones en perjuicio de la inmensa mayoría que no recibe sueldo del Estado.
Ahora la CGTP anuncia una huelga para el 10 de agosto, comprobándose, una vez más, que los burócratas no son servidores del Estado sino los verdaderos enemigos del crecimiento.
Pero estos son escuchados y logran poner su agenda entre la indignación por la “repartija” porque Humala ha pecado en no dar muestras mínimas de resultados conseguidos a partir de las reformas; de la Carrera Pública Magisterial no dijo casi nada; aquello de la tributación es tan discutible como indignante.
Por cierto, el anuncio de las siete reformas en favor de la seguridad ciudadana suena más a cuento chino que a realidad concreta; en Puno hemos escuchado con incredulidad que -ahora sí- la interdicción a la minería ilegal se llevará a cabo, que dice el Presidente, es culpable junto al narcotráfico de la mayor parte de la inseguridad. ¡Ja!
Para la descentralización solo hubo un llamado al debate, lo que podría implicar que el 28 de julio del 2014 se anuncie recién otra reforma al respecto o algo seguro. En fin, Humala no ha logrado retomar liderazgo y se le vienen tiempos difíciles. El resto es blablablá. (Publicado en Correo Puno 29/07/13)

1 comentario:

Anónimo dijo...

no te la creas y baje unas cuantas gradas "señor" Hugo