Por: Hugo Supo
Esto de las primeras piedras es una conchudez de la política
local, miren nada más lo que pasó con el hospital Materno Infantil de Juliaca,
tremenda fanfarria con la que se supone inició el trabajo ya en el pasado
junio, pero la realidad es que no se ha movido ni un clavo.
O lo que ahora pasa con la remodelación del Parque Manuel
Pino de la capital regional. El estrenado alcalde Javier Humpiri ordenó una
fiesta el 30 de julio para comprometerse a culminar los trabajos antes de
diciembre. Pamplinas.
Este periodista recuerda al hoy presidente Mauricio
Rodríguez, cuando era director de Pachamama radio y cuestionaba aquello de las
“primeras piedras”, él mismo solía decir que esos actos deberían de ser
borrados del protocolo institucional de los gobernantes, pero ya ven, otra cosa
es con cajón dirán seguramente sus defensores.
Todo este asunto de las primeras piedras, provoca decepción
de parte de los ciudadanos, la confianza se cae y luego el efecto es contrario
a lo que los relacionistas públicos querían lograr.
Hay que tener coraje para eliminar estas malas prácticas del
proceder gubernamental, ojalá que algún candidato se atreva ahora a
comprometerse que no caerá en esas huachaferías como pintar los nombres de las
autoridades en todo lado.
Aprendan de la experiencia del presidente de Costa Rica,
Luis Guillermo Solís, quien no quiere ver su nombre en placas inaugurales de
las obras que desarrolla su gobierno ni su retrato colgado en las oficinas
públicas, en razón de ello ha decretado que saquen su foto y nombre de todo
sitio.
Algunos relacionistas públicos podrían pensar que eso afectará
en la buena imagen del mandatario costaricense, pero creemos que no será así. El
culto personalista se ha hecho tan rutinario con los gobernantes, que ahora
pegaría cualquier política, solamente por el hecho de ser distinta. (Publicado
en Correo Puno 04/08/14 Foto: Internet)
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