Por: Hugo Supo
La eventual postulación de Walter
Aduviri Calizaya a la presidencia regional de Puno nos devela la
telaraña de intereses que se tejen detrás de cada protesta social,
sobretodo cuando se trata de los famosos personajes “anti”.
No es raro que el caudillo
circunstancial del aimarazo ahora sueñe con el cargo gubernamental,
de ese Estado con el que tan descontento dice convivir; no es una
rareza porque el camino que pretende trazar ya lo hemos visto
recorrer a otros.
En el año 2002 el entonces líder del
MARQA, David Jiménez Sardón, se presentó como el abanderado de la
descentralización, incluso fue más allá, hablaba él de una
autonomía regional para el altiplano. Su discurso no pasó de
palabras al final de cuentas.
Le sucedió otro “anti”, Hernán
Fuentes Guzmán es un abogado a quien le encanta hablar de lo malo de
este sistema, en su inocencia pensó que cuando un veintitantos por
ciento de puneños lo eligió presidente regional era el Hugo Chávez
de esta parte del mundo, alucinó con un federalismo hueco y, como
suele pasar con estos políticos, su propuesta no pasó de
palabrería. En la peor de las paradojas, Fuentes fue la útil
cortina de humo y nada más.
Mauricio Rodríguez también fue
“anti”, se opuso a las inversiones mineras, a la hidroeléctrica
del Inambari, a los trasvases de agua, etcétera. Como para
disimular, el actual presidente puneño tuvo la astucia de no
acaudillarse directamente, sino de permitir que la radioemisora que
dirigía fuera el medio de agitación social contra los gobernantes
de ese entonces y, obviamente, contra el sistema. Y como verán,
Rodríguez tampoco ha logrado desalinearse de lo que antes cuestionó.
Esas experiencias son más que
suficientes para que los puneños nos demos cuenta que estos “anti”
se han acostumbrado a vendernos gato por liebre. Los “anti” saben
muy bien que no van a cumplir sus discursos, pero es campaña, nos
van a mentir descaradamente. (Publicado en Correo Puno 24/04/14 Foto:
Internet)
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