Por: Hugo Supo
Puesta en vigencia la nueva Ley
Universitaria, queda ahora esperar el proceso de reglamentación y
consecuente implementación mejore verdaderamente el nivel de
nuestra universidad pública peruana.
La expectativa por el nuevo rumbo de
las universidades no se había notado con tanta fuerza desde el
denominado “Grito de Córdova” cuando se conquistó la “autonomía
universitaria”, “libertad de cátedra”, “cogobierno”,
“tercio estudiantil” y otros asuntos.
Por ello es importante tomar con pinzas
el proceso de implementación de la nueva Ley, de manera que devuelva
al ciudadano la esperanza de creer en la institución universitaria,
como el ente formador de profesionales e investigador que nos lleve a
solucionar los problemas de sociedad. Para que dejemos de llamarle
“isla” por ejemplo.
Puede que esta ley no sea la mejor ni
la más cómoda a los intereses de los grupos que han mantenido el
poder en estas casas de estudio, pero de algo podemos estar seguros:
es absolutamente mejor así que el statu quo.
Y el estudiante universitario debería
ser el primero en saludar la implementación, será este quien
finalmente salga beneficiado tras el proceso de cambios que se nos
viene.
A esta altura, felizmente es poco lo
que pueden hacer los asociados en la Asamblea Nacional de Rectores
(ANR) para evitar el cambio de legislación, esta entidad nos ha
mantenido engañados durante mucho tiempo afirmando defender una
autonomía que solo a sus miembros convenía. (Publicado en Correo
Puno 10/07/14 Foto: Internet)
1 comentario:
Esta Ley no requiere de Reglamentación adicional y por respeto a la Autonomía Universitaria, cada Universidad formulará sus Estatutos y Reglamentos internos, conforme a la Ley aprobada.
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