Por: Hugo Supo
Hasta ahora sabemos que la
administración del señor Evo Morales apostará por enviar 10 mil
balores de Gas Licuado de Petroleo (GLP) – a modo de prueba- hasta
Juliaca, desde donde se distribuirá al sur peruano este mes.
También conocemos que el plan
boliviano incluye la exportación de energía eléctrica, en
principio a Perú y Paraguay.
Y tenemos que agregar que la estatal
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) planea
presentarse a una licitación pública internacional para
constituirse en un distribuidor de Gas Natural Licuado (GNL) en siete
ciudades peruanas.
YPFB se prepara para la licitación del
concurso público internacional “Masificación de Uso de Gas
Natural – Distribución de Gas Natural por Red de Ductos en las
regiones de Apurímac, Ayacucho, Huancavelica, Junín, Cusco, Puno y
Uyucali”, señala el diario La Razón.
Resulta que la Planta de Gas Natural
Licuado (GNL) de Bolivia entra en operaciones en noviembre, de allí
se evacuará el primer cisterna criogénico para transportar el gas
natural líquido a Perú. “El 14 de agosto presentamos al Perú la
propuesta de abastecer estas siete zonas en primera instancia
utilizando GNL”, indicó el presidente de YPFB, Guillermo Achá.
En el Perú, recordamos con pena y
desgano la foto del exgobernador regional, Mauricio Rodríguez, con
el entonces ministro de Energía y Minas, Jorge Merino Tafur, que en
setiembre de 2012 anunciaban con pompa que el gas vehicular y
domiciliario estarían listos en nueve meses.
Desde entonces, ni los municipios de
Puno y Juliaca se preocupan por el tema, ni la empresa Graña&Montero,
ganadora de la licitación para abastecer de GLN virtualmente, dice
esta boca es mía.
¿Qué nos deja todo esto?
Incertidumbre en precios, pero esperanza en abastecimiento. Damas y
caballeros ha empezado la disputa por el mercado altiplánico
peruano. A mantenerse alerta.
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