jueves, agosto 06, 2015

Periodistas y sus críticos

Por: Hugo Supo

“Periodismo virulento y bacteriano en Puno” ha titulado a su artículo el señor Hernán Cornejo-Roselló (Quechuas y Aymaras, 07/15) para hacer catarsis sobre la prensa escrita local y dar lecciones de moral con moralina.
Se queja de los insultos que dice haber atestiguado en las páginas de los periódicos en vigencia. Esto es válido desde todo punto de vista, una de las ventajas de un mundo libre es que todos podemos quejarnos de lo que nos disgusta; y no solo eso, la libertad -de la que también reniega- va mucho más allá, implicando siempre responsabilidad.
Resulta interesante abrir un debate sobre el rol del periodismo en la localía y el país, hasta aquí, Cornejo-Roselló no se ha equivocado.
Lo que sí permite discrepancia es en la forma insultante y generalizadora -por tanto simplista- con la que propone sentar las bases para tal reflexión. A los periodistas de hoy nos adjetiva, sin especificar, de procaces, obscenos, difamadores, mercantilistas y más.
Por lo visto, su prosa rebuscada le ha provocado aires de superioridad, tanto así que no se ha detenido a pensar, paradójicamente, en sus propios “insultos intimidatorios”.
De lejos se nota que Hernán Cornejo-Roselló desconoce la organización de una empresa periodística, si lo hubiera averiguado, sabría que el anonimato es imposible en publicaciones más o menos serias, es cuestión de leer la primera página para conocer el nombre del director.
Este crítico tampoco se ha puesto a pensar en los caminos que el sistema actual nos otorga -eso que llamamos Estado de Derecho-, pues si se trata de ser justicieros, habría que empezar por hacer valer los derechos individuales ante las instancias que el sistema republicano nos pone en frente, ¿no les parece?
Y algo más concreto. Siendo asesor de la gestión edil puneña, podría empezar su lucha sugiriendo publicar la lista de periodistas que alimentan con publicidad y otros favores. Tampoco debe olvidar a los funcionarios que buscan citas con periodistas, y ofrecen el oro y el moro con tal de lograr un trato amable para sus empleadores. Empecemos por ahí que el resto es blablabla. Servido caballeros. (Correo Puno-Juliaca 06/08/15 Foto: Internet)

1 comentario:

Unknown dijo...

que tonteria de respuesta