viernes, noviembre 17, 2006

Experiencias en una sala de hospital


Por: Hugo Supo

Una gota de sudor le empapó la frente, iba a ser padre aquella noche. Ella, en medio del dolor de las dilataciones y la emoción de convertirse en una diosa creadora de vida, se sujetaba de la mano de él. El silencio nacido del bullicio tensionante invadió las mentes de ambos.

Pasos van y pasos vienen. La bitácora de palabras que tenía guardado él, no fue suficiente para acompañar el dolor que venia como arañazos, la golpeaba, la masacraba, la endiosaba frente al insignificante ser que se sintió en ese momento ante tanta valentía que sus llorosos ojos le atestiguaban.

Ambas manos, izquierda la de él y derecha la de ella continuaban juntas, entrelazadas, como si la eternidad fuera un tiempo corto para romper esa unión de ternuras.

- Tenemos que esperar, dijo la enfermera, nadie contestó.

Sólo los quejidos de ella –cada vez más fuertes- llenaron el ambiente de pre partos en el hospital del pueblo. Casi en la nubosidad del momento, notó que otra mujer, doblemente mayor a ella, entró a la misma sala y fue recostada en la cama del lado.

- ¡No puedo mas!, se escuchó,
- Espera ya viene, dijo él sin imaginar tanto dolor en ese cuerpo.

Pronto el griterío solitario se intensificó, era casi el momento, los ojos de él se convirtieron en cámaras de fotografía que registraba en cada película imaginaria, diferentes instantes de aquella creación.

Y entonces, las manos de ella, capturaron con más fuerza la de él, la apretaron. Un punzante grito de dolor acompañó ese momento esperado, el instante memorable.

No podía creerlo, usualmente los padres no veían a sus hijos salir del vientre de sus esposas, pero esa noche, un nuevo ser, había terminado de llegar al mundo a la vista de él, una lágrima recorrió la mejilla de éste. El silencio fue absoluto en las mentes de los nuevos padres.

- Tienes suerte, lo viste todo; dijo la enfermera que asistió el parto. Habrá que pensar en el nombre.

Extraña ausencia del mitin final del NO SABE NO OPINA en Puno

Por: Hugo Supo

Recorrí el centro de la ciudad –habitual por mi trabajo en la radio- y noté que habíamos llegado al clímax del trafico pre electoral. Bailes por acá, marchas más allá, banderolas, banderines, banderas, cartelones…no faltó la “cucarachita setentera” del perifoneo, arengas, sicuris, más baile -algunos muy desastrosos-, sonrisitas fingidas, saludos, y otra vez baile –bueno, Puno siempre baila-. En definitiva todo un carnaval.

Los cierres de campaña convirtieron a la Ciudad Lacustre –al igual que otras localidades- en un alboroto completo, más aun, cuando las denominadas “portátiles” llegaron del sur y del norte, del este y oeste, para apoyar a los candidatos dizque con mayor posibilidad.

Otros, los denominados menos grandes no hicieron esos mítines – definitivamente la mejor decisión- en algunos casos por no tener la logística del gobierno regional, el municipio, “PRONAMACHCS” (entiéndase APRA) y en la mayoría, simplemente por no tener el poder de convocatoria, que en el fondo revela que no serán favorecidos el domingo 19.

Pero, algo que considero verdaderamente raro, es la ausencia de la que seria la “segunda fuerza electoral más importante en la actual coyuntura”, por lo menos así lo dicen las últimas encuestas regionales. Quizás no se necesite tanto bullicio para mantener a los votantes.

El contundente NO SABE NO OPINA, que a pesar de las millonarias campañas emprendidas en todo sitio, no tiene bajas considerables y al parecer así se mantendrá hasta los últimos minutos de las elecciones.

Precisamente, la penúltima encuesta publicada por Los Andes alertaba de hasta un 40% de población electoral indecisa en Puno, a pesar de que en sondeos más recientes la cifra tuvo un bajón, de todas maneras -el bajón-no es considerable (30%).

De esta manera se muestra un panorama casi incierto para los candidatos al gobierno regional, pues aunque muchos mantienen la esperanza de que esa cifra continúe bajando y se vuelque a favor de ellos, lo que podría pasar es que ese sector de ciudadanos se mantenga indeciso hasta el mismo momento votar.

Generalmente los peruanos decidimos nuestra votación el domingo por la mañana –mientras nos dirigimos a los locales habilitados para ese acto, en el desayuno o cuando consultamos al hermano mayor- y sólo en ese momento se zanja el futuro de los cuatro próximos años de nuestras ciudades.

Según la misma encuesta a la que hago referencia, el candidato Alberto Quintanilla Chacón (PDR) es quien mayor preferencia tiene en la muestra sondeada, él es secundado por Javier Bernal (APRA), Hernán Fuentes de Avanza País y otros. Si bien Quintanilla es el más favorecido, su aceptación apenas supera el 25% de las preferencias, lo que quiere decir que el contundente NO SABE NO OPINA le pisa los talones.

No hay que negar que el NO SABE NO OPINA perderá “partidarios” conforme se acerque la hora de votar, pero, el porcentaje poblacional seguirá siendo grande, incluso podríamos hablar de una segunda vuelta –en caso la Ley lo permitiera- entre Quintanilla y el NO SABE NO OPINA.

Lo cierto, es que ninguno de los candidatos reales tiene un apoyo contundente de sus partidarios, pues éstos no superan el 30% de aceptación entre la ciudadanía puneña. Esperemos que esto motive por lo menos a una reflexión entre los elegidos. Recuerden: No tienen el apoyo de la mayoría.