miércoles, julio 22, 2020

Exceso de confianza


Por: Hugo Supo 

Todo indica que el virus que causa la COVID-19 viene a azotarnos con fuerza. El ascenso vertical de las muertes durante la última semana es el trompetazo del ángel de la muerte.
El promedio regional es de cinco fallecidos por día y, seguramente, son más porque la oficialidad despierta muchas dudas.
¿Puede frenarse este ascenso con una cuarentena focalizada de dos semanas? Francamente, es difícil lograr en 15 días lo que se ha dejado de hacer desde el 16 de marzo.
Lo escribíamos en este mismo espacio al inicio del Estado de Emergencia, necesitamos un hospital COVID-19, equipamiento en las UCI, un laboratorio biomolecular óptimo, pruebas serológicas para aplicación masiva y estrategias sociales (comunicación, educación, etcétera) para mitigar los contagios.
Poco ayudaría una cuarentena si a la par no hay testeos masivos ni nosocomios de campaña. ¿De qué valdría el encierro si cuando la gente vuelva a las calles, lo haría con las mismas actitudes de desacatamiento a las normas sanitarias?
Además, los gobernantes y la sociedad civil altiplánica (que de alguna manera se organiza para abastecer de Ivermectina y oxígeno) acaban de tener un nuevo distanciamiento. La incapacidad para generar proyectos rápidos, la burocracia y la poca voluntad de escucha son las gotas que derramaron el vaso.
De esta manera, Puno corre riesgo de vivir la misma historia letal de Arequipa, Loreto o el resto de regiones donde el virus ha barrido.
Con una economía en proceso de reactivación para evitar las otras muertes (las del hambre), es urgente la unidad social para las siguientes semanas: el Estado debe generar condiciones para vigilar el cumplimiento de las normas sanitarias básicas y el pueblo debe responder con cautela y sin excesos de confianza. No es broma, el virus está cada vez más cerca. (Correo Puno Juliaca 23/07/20 Foto: Andina)