martes, junio 02, 2009

¿Caridades hasta cuándo?


Por: Hugo Supo

Con pena hemos sido testigos por enésimo año consecutivo del inicio de “campañas de caridad” en la siempre alejada Lima, dizque a favor de los niños víctimas del frío en los andes. Sus promotores se rasgan las vestiduras criticando al ministro de Salud por su desacertada preocupación en las últimas semanas, ya que inútilmente quiso controlar los aeropuertos para evitar la propagación de la gripe de altas esferas (AH1N1).

Señalan estos promotores que en lugar de escandalizar por la “gripe porcina”, el gobierno debería preocuparse por ayudar a los niños pobres y flacuchentos de las serranías de Puno, Ayacucho o Arequipa. Y como colofón inician campañas de donación de ropa y medicinas, quizás para adelantarse al resto que en los días venideros también harán lo propio.

Luego, el ministro Oscar Ugarte se pone a recorrer los centros de salud y hospitales de Puno; pero no trae nada, ningún anuncio o indicio de cambio en la política de salud y de calidad de vida para las poblaciones andinas. Su visita resulta más desalentadora que buena. Ahora se ‘lava las manos’ echándole la culpa a la región por no haber vacunado a los niños. Por favor.

No quisiéramos desmerecer las buenas intenciones que están surgiendo en Lima para enfrentar la temporada de heladas que cada día recrudece en el altiplano y zonas aledañas, empero, esa mirada de lejos y esas intenciones de caridad –por más buenas que sean- siguen siendo signo de que la brecha entre provincianos y capitalinos es aún inmensa.

Por un lado, los promotores de campañas de caridad a favor de los niños atacados por neumonía no quieren entender que aquí no se necesita más ropa vieja, sino políticas de Estado que permitan afrontar de manera integral el problema de las neumonías.

Tal vez, algunos sin quererlo, otros con toda una intención premeditada, protagonizan campañas mediáticas e instalan sus carpas en las principales avenidas de la capital, para recolectar la sobra del resto y, eso es lo que precisamente no se requiere más aquí.

Lo único que estas campañas generan es el famoso rating de televisión a favor de los promotores, es como querer librarse un poco el peso de la conciencia y en lugar de ayudar, lo que hacen es marginar aún más a los pobres.

Por otro lado, el gobierno tampoco hace mucho, no hace lo efectivo y se limita a lanzar campañas de vacunación y enviar mensajes por radio como si de esa forma de evitara que más niños caigan muertos por neumonía.

Las respuestas acerca de lo que se debe hacer desde el gobierno son fáciles. ¿Por qué se nos complica la gripe que año a año pasamos todos?, pues porque nuestras defensas están débiles, y si las defensas están débiles o no las tenemos simplemente, es porque no estamos bien alimentados. Respuesta obvia entonces.

Además, ¿Qué está esperando el Gobierno para iniciar una verdadera política de vivienda rural? ¿Por qué no asesorar a la gente al momento de construir sus casas en las partes alto andinas? ¿Es difícil decirle a la gente que diseñen mejor sus viviendas y que aprovechen sus propios recursos? ¿Por qué esperar siempre a la caridad de Lima? ¿Hasta cuándo seremos víctima de las campañas de donación y de la desatención de las autoridades? ¿Hasta cuándo?