miércoles, junio 24, 2015

Ave Evo

Por: Hugo Supo

Neurálgico el problema de algunos con sus niveles de autoestima. Apenas escucharon el nombre de Evo lo endiosaron para -en paralelo- vapulear a Ollanta, el mismo hombre al que también endiosaron hace menos de un quinquenio.
Hay quienes dicen que la última reunión era entre un “estadista y un buen marido”, es la gente que carece de mínimo nacionalismo, que no ha aprendido aquello de lavar trapitos sucios en casa. En otros tiempos seguramente emularían a esos indignos que entregaron a sus mujeres en plena invasión chilena. ¿Y solo porque el extranjero maneja floro socialista?
El ejemplo más claro de este complejo de inferioridad es la pachotada que intentó la UNA para rendirle culto a Morales con un Doctor Honoris Causa, sin tener en cuenta que este hombre ha contribuido a la xenofobia antiperuana y asuntos colaterales. Bien lo saben nuestros paisanos que van allá por estudios o trabajo.
A Evo poco le ha importado la integración de los pueblos altiplánicos, desde su terquedad con la Diablada hasta sus antipatías con nuestros presidentes limeñizados, ha marcado distancia con ese objetivo. Eso está muy lejos de ser estadista.
La universidad no es para distribuir grados honoríficos, hubiéramos valorado positivamente su labor si se convertía -hace meses- en la convocante de autoridades locales para definir intereses puneños que debieron estar insertos en la Declaración de la Isla Esteves.
¿No creen que como sede debimos sacarle más provecho?, ¿a quién culpamos ahora?
No pedimos, por cierto, echarle flores a Humala, bien merecido tiene el rechazo popular, pero hasta para la crítica hay que tener tino hermanos.
Que chistoso que algunos hayan quedado como simples renegados después del Consejo Binacional. ¡Bravo! Hubieran aprovechado para pedirle ciudadanía al señor Morales pues. (Correo Puno Juliaca 25/06/15 Foto: Internet)

Perú-Bolivia hoy

Por: Hugo Supo

El sueño de la integración peruano-boliviana tiene larga data. Desde los albores de la república en América Latina y el proyecto confederado del general Andrés de Santa Cruz que se frustró bajo los intereses chilenos en la antesala de la Guerra del Pacífico, varios han sido los intentos para el hermanamiento binacional.
Tenemos una historia común y con el pasar del tiempo el intercambio comercial entre Perú y Bolivia ha aumentado, pero la realpolitik le ha negado a ambos pueblos concretar la zona de integración altiplánica.
En el camino previo a la reunión que se realiza hoy en la isla Esteves de la ciudad de Puno hay acuerdos importes que la historia ha anotado.
Están por ejemplo el Convenio Marco del Proyecto Binacional de Amistad, Cooperación e Integración “Gran Mariscal Andrés de Santa Cruz” y la Declaración de Ilo de 1992, la cual ha requerido una actualización el año 2010.
Se sumó igualmente el Tratado General de Integración y Cooperación Económica y Social para la Conformación de un Mercado Común del 2004 que fue ratificado por el Congreso peruano el año 2006.
No obstante, aunque los vientos han soplado favorable a la integración de nuestros países, lamentablemente -otra vez- el peso de la frontera persiste.
Por eso hoy los pueblos de Perú y Bolivia reclaman a sus gobernantes dejarnos proyectos concretos que terminen por integrarnos.
Partamos del lago Titicaca que debe trascender a las políticas de protección y recuperación ambiental para convertirse en la cuenca de convivencia en tiempos modernos.
Para Puno en particular, esta es una gran oportunidad para clarificar el horizonte de nuestro desarrollo: zona especial de intercambio comercial, industrialización del Altiplano, integración energética y vías de comunicación son el punto de partida para lograr la propagandizada inclusión social. Ese es el camino, ahora o nunca.
Posdata: Cuando Mario Vargas Llosa se preguntó por medio de Zavalita en la Conversación en la Catedral: “¿Cuándo se jodió el Perú?” Alguien debió responderle: cuando la integración peruano-boliviana fracasó Zavalita. (Correo Puno-Juliaca 23/06/15 Foto: Internet)