Por: Hugo Supo
Las últimas protestas vecinales contra
la instalación de antenas de telefonía celular, revelan -otra vez-
que los peruanos solemos actuar por instinto más que a partir de
procesos reflexivos. Ni los vecinos tienen toda la razón ni las
empresas podrían irrogarse la verdad completa.
El 2009 Osiptel publicó un informe que
da cuenta de estudios científicos, concluyendo lo siguiente: “Los
estudios señalan categóricamente que las antenas celulares de las
estaciones bases no producen daños a la salud de las personas debido
a que sus niveles de emisión están muy por debajo de los niveles
máximos de radiación establecidos por la OMS y la ICNIRP, las
cuales han sido recogidas en la norma técnica nacional publicada y
fiscalizada periódicamente por el MTC”.
Para el Gobierno entonces, no se ha
demostrado que la exposición a la radiación de las antenas causen
daño a la salud. El MTC ha opinado de similar forma.
A ello se suma el compromiso asumido
por Ollanta Humala para implementar la tecnología 4G en todo el
territorio nacional, lo que hace suponer que las instalaciones
seguirán, como política de Estado que es.
No obstante, esto se contrapone a la
opinión de algunos ciudadanos que van mostrando estudios que
concluyen que sí hay daños a la salud; eso nos deja en una
situación de incertidumbre. ¿Qué hacer? No nos hagamos bolas. El
TC ya ha dictado jurisprudencia en casos similares. Este organismo se
ha basado en la experiencia alemana del Principio precautorio. “La
idea de precaución surge como respuesta al problema derivado de la
falta de certeza científica, incertidumbre, sobre los efectos en el
ambiente generados por algunas actividades humanas”, dice Lorenzo
de la Puente Brunk, abogado de la PUCP especializado en
medioambiente. Empero, el TC ha dicho que no es necesaria la
desinstalación de las antenas, toca más bien al Estado
(municipalidad y MTC) regular y hacer cumplir los límites máximos
permisibles para radiaciones no ionizantes en telecomunicaciones en
el caso de Puno y Juliaca. Ahora bien, si los vecinos siguen con la
idea de no permitir las instalaciones, que sean congruentes: a botar
los celulares e internet. Asunto solucionado. (Publicado en Correo
Puno 30/10/2014 Foto: Internet)