Por: Hugo Supo
¿No es acaso una gran paradoja tener
tanta agua en el altiplano por algunos meses y luego sufrir de sequía
en el resto del año? Quienes trabajamos en la prensa podemos dar
testimonio de cómo estos temas de desbordes, inundaciones y
similares se ponen en boga en cada enero; como en junio ocurre con
las heladas, como en agosto pasa con los vientos y un sinfín de
temas más.
Por hablar de esta coyuntural
preocupación por las inundaciones, siempre estamos diciendo que
debemos prevenir, pero esa palabra se ha reducido a la simple
construcción de defensas ribereñas y mínimos trabajos de
encauzamiento. De soluciones reales poco se ha hablado.
En la campaña electoral del 2010, el
entonces candidato a presidente regional, Mauricio Rodríguez, acuñó
su propuesta con el eslogan “Gobierno del Agua” prometiendo
implementar la famosa “cosecha del agua”.
Han transcurrido tres años desde que
Rodríguez gobierna desde la Plaza de Armas de Puno y seguimos con la
misma cantaleta.
El proyecto bandera del gobierno
regional, PRORRIDRE, informó que ha identificado 60 represas (entre
construidas y proyectadas) que almacenarán 1,284 millones de metros
cúbicos anualmente para la región Puno. Lamentablemente ello solo
es otro diagnóstico, pues en acciones hay muy poco y los plazos para
lograr esas seis decenas de represas son inciertos.
Los esfuerzos hechos para desarrollar
represas por parte del PRORRIDRE no pueden considerarse una verdadera
política de gobierno. Si bien han gastado casi todo su presupuesto
el año pasado, el problema del agua es mucho más grande.
A este tiempo, el presidente de la
República ya ha debido matricularse con algún megaproyecto de
represamiento, el cual, seguramente, no solamente cosecharía el
excedente que deja las lluvias, sino prevendría de mejor manera esas
inundaciones que tanto asistencialismo hereda.
¿No debe tratarse de eso la cosecha
del agua? (Publicado en Correo Puno 23/01/14)