jueves, diciembre 25, 2008

Reflexiones de Navidad


Por: Hugo Supo

- Las lucecitas de Navidad fueron algunas de las últimas cosas que alcancé a ver antes de quedarme ciego de por vida.

Es Wilfredo Chino, le decimos “Wili” de cariño, él me cuenta sus recuerdos de Navidad, sus preocupaciones, su punto de vista para con esta fecha, y sus deseos para el 2009.

Las navidades de Wili siempre fueron singulares, diferentes diría, a lo que los comunes mortales vivimos cada 24 de diciembre por la noche. Me recuerda que de niño sus mayores le regalaban carritos, eso es algo que le gustaba, por eso ha grabado esas escenas en la parte más importante de su memoria.

Pero, los regalos no son lo más trascendental de la fecha, me aclara. Lo más importante es la unión familiar que se repite como eco en cada hogar del mundo. - En casa somos como veinte los que nos reunimos en la Noche Buena, yo estoy siempre con mi abuela, tiene más de 90 años, eso es lo que más puedo rescatar a nivel personal, me dice.

Es cierto, Navidad debería significar unidad familiar, perdón, dejar de lado nuestros rencores, y no esa cosa loca de comprar regalos y más regalos, es decir, Navidad debiera implicar reconciliarnos con el mundo, si antes nos hemos peleado.

Wili me está dando otra lección más de vida, como tantas veces lo hizo cuando compartíamos las aulas de la universidad. Observarlo es aprender de él, es tener un motivo más para vivir y enfrentar nuestros problemas. No he conocido a nadie tan vigoroso como Wili. Pese a que por algunas cuestiones de vida no puede ver, ríe, anima a seguir adelante… es un digno ejemplo para la vida.

Wili me confiesa que es devoto del Niño San Salvador –conocido también como Manuelito-, a él le pide por el bienestar del resto, le ora cada Noche Buena y cada Año Nuevo para que el mundo sea más justo, más humano.

Le preocupa algo que es totalmente cierto en nuestra realidad, en Navidad hay desprendimientos de casi todos, pero de especial forma el desprendimiento es de los que menos tienen, “los que tienen más, sueltan lo que quieren, pero el resto comparte todo lo que tiene”, me dice a través del celular.
Comparto sus opiniones, digo que Navidad es un tiempo en el que se muestran de manera cruda nuestras verdades, se desnuda la pobreza, mientras los corazones de pocos se desgarran mirando las escenas en las que niños con carita sucia corretean en las chocolatadas.

Wili me ha hecho reflexionar, le deseo que su Noche Buena sea la mejor, me desea lo mismo; cuelgo el celular y camino a la redacción a apurar las noticias, pues el Niño Jesús está a punto de nacer.