martes, enero 13, 2009

El regreso de Fede


Por: Hugo Supo

“Me vengo el jueves”, leyó Antonio en su ordenador mientras cerraba las últimas ventanas que había habilitado del Messenger. Era su hermano mayor, Fede, que le hablaba desde algún lugar del mundo, le decía que regresaba, que había aprendido la lección, que tenia ganas de verle a él y a su familia.

Antonio vivió los once años previos a esta noticia sin conocer la verdad de Fede, sólo recuerda que cuando cursaba el quinto año de secundaria, fue él mismo quien le llevó los papeles que había dejado olvidado en casa.

- Fue una mañana de sábado- recuerda Antonio- mi hermano me buscó en el colegio y me pidió que le llevara su pasaporte y otros documentos, parece que quería irse a Argentina.

Nunca se supo si Fede realmente viajó a Buenos Aires, es más, nadie en la familia de Antonio tenia la certeza si el hijo prodigo estaba vivo, si algún día regresaría. Sus padres acostumbran rezar a Dios para que guíe a Fede, a veces lloraban cuando recordaban los conflictos que los alejaron.

No fue la primera vez que Fede huyó de casa -y quien sabe si haya sido la última-, Antonio cuenta que su hermano mayor ya había escapado muchas veces, lo hacia cada cierto tiempo desde los doce años. La comunicación entre padres e hijo nunca fue la óptima para conocer la verdad de Fede.

¿Por qué huía? ¿Qué buscaba? ¿Acaso en casa no lo tenia todo? ¿Por qué el resto de los hermanos no hacían lo que Fede si se atrevía? ¿Por qué hacia llorar a papá y mamá?. Fueron muchos años que estas preguntas rondaron en la familia, fueron muchas navidades y años nuevos sin Fede.

Han pasado casi doce años desde que Fede huyó de casa, ahora Antonio ha crecido, tiene esposa y tres hijos, trabaja, y tiene sueños propios; su vida está hecha. Lo mismo ha ocurrido con sus otros cinco hermanos.

- El día menos pensado me buscó -relata Antonio- me entregaron un número al que podía llamarlo, así lo hice y desde ahí no dejamos de contactar, creo que se ha dado una oportunidad con la vida, con la familia, quiere regresar.

La historia es la de muchas familias, tantos lazos que se han roto en el camino de la existencia y cuántos otros se han vuelto a unir antes de la muerte. Antonio espera que Fede llegue el jueves, ese jueves en el que quiere darse un abrazo con quien sigue siendo parte de la familia.