jueves, julio 27, 2017

Izquierdas y derechas

Por: Hugo Supo

Dicen los aúlicos del sistema hegemónico que las cosas tenemos que definirlas entre izquierdas y derechas. En las últimas cuatro elecciones han arrastrado al pueblo peruano a votar por el “mal menor” y con ello le han hecho juego al modelo del que tanto reniegan.
Se identifican como izquierdas, progresistas, comunistas y similares, pero nunca se atreven a confesar que también son parte de ese pensamiento exógeno llegado a partir de la modernidad eurocentrista.
Son estas cosas las que están mal en la sociedad, son estos asuntos por los que tenemos tanta traición en el quehacer político.
Las mejores muestras son los gobiernos peruanos a partir de Alberto Fujimori, hoy todos cuestionados y, algunos en la cárcel, acusados por actos de corrupción.
Fallan las evaluaciones, cuando se considera que la derecha peruana es la única culpable de las desgracias actuales, sin mirar la viga en el ojo zurdo.
A propósito del 28 de julio y de lo poco que resta para el Bicentenario de fundación del modelo republicano, los peruanos debemos tener conciencia de que la responsabilidad de esta realidad no solamente recae en el neoliberalismo, sino, en igual medida, en quienes conviven con aparentes cuestionamientos solo para tiempos electorales.
Han pasado casi 200 años de la República y no hemos podido solucionar los grandes problemas de la nación, ni siquiera podemos hablar de nación, cuando de proyectos grandes se trata.
He allí la razón y urgencia de repensar el país, con una estructura andina, observada desde del interior y no, necesariamente, desde el centro limeño.
Que no nos engañen las izquierdas y derechas, cuando nos hablan de programas e ideologías que pretenden solucionar problemas muy nuestros.
En el Ande, existen modos y medios de producción para mejorar las condiciones de vida de todos los peruanos. Es un camino inexorable en la búsqueda de nueva nación peruana. (Correo Puno Juliaca 27/07/17 Foto: Difusión)


jueves, julio 20, 2017

Un poco de memorex

Por: Hugo Supo


¿No se entiende el por qué de las huelgas previas al mensaje presidencial del 28 de julio? Quizás si hacemos memoria sobre las promesas hechas por PPK, cuando se ofreció como el mal menor nos expliquemos mejor esta coyuntura:


  1. Promover el trabajo digno con seguro y pensión de jubilación para todos los trabajadores.
  1. Apoyar a los pequeños agricultores (“Agro Próspero”) con caminos, semillas y servicios técnicos.
  1. Establecer puestos de salud bien equipados con atención las 24 horas.
  1. Invertir 30 mil millones de soles en agua y saneamiento en 10 años para darle cobertura a los peruanos sin agua.
  1. Mejorar drásticamente la seguridad ciudadana; más policías, con mejor coordinación con las municipalidades.
  1. Mejorar y simplificar la administración pública, con funcionarios de alto nivel que entren por examen y estén mejor remunerados.
  1. Descentralizar la presencia del Ministerio de Economía y Finanzas para que apoye a las regiones y municipales en preparación y supervisión de proyectos.
  1. Combatir frontalmente la corrupción en todos los niveles; severas penas para los que pagan y los que reciben coimas.
  1. Reducir impuestos para promover mayor formalidad. Reducir el IGV al 15% en cinco años.
  1. Asegurar el pago del sueldo mínimo vital y aumentarlo gradualmente.
  1. Mejorar la calidad de la educación pública aumentando la inversión al 7% del PBI.
  1. Aumentar, de manera significativa y planificada, las remuneraciones de los maestros, policías, fuerzas armadas, médicos y enfermeras.
Hay, por supuesto, un largo etcétera incluyendo la Agenda Puno (motivo de una próxima entrega) también firmada en tiempos electorales.
Y eran de esperarse estas protestas, más si en lugar de gobernar, los gobernantes, siguen en el juego anti y profujimorista. ¿O querían aplausos? (Correo Puno Juliaca 20/07/17 Foto: Difusión)

miércoles, julio 12, 2017

El Aimarazo en la historia

Por: Hugo Supo

Hagamos un repaso de los movimientos sociales más trascendentes nacidos post-República en el Altiplano. Porque -hay que decirlo claro- la fundación republicana poco ha contribuido a construir un Estado-Nación inclusivo y el ánimo independentista del indio no ha cesado desde entonces.
A finales del siglo XIX, el liberal puneño Juan Bustamante Dueñas (Vilque, 24 de junio de 1808-Pusi, 3 de enero de 1869) acaudilló en la masa indígena en demanda de justicia social; la historia registra una rebelión de campesinos en Puno, entre 1867 y 1868. Ya derrotado, fue ejecutado en el distrito de Pusi (Huancané).
Otro hito es la gesta de Teodomiro Gutiérrez Cuevas (1864-?), apodado Rumi Maqui (’mano de piedra’), quien fue un militar peruano. Comprometido con la reivindicación indígena, en 1915 encabezó una rebelión campesina en el Altiplano. 
El acto fue reprimido con severidad por las tropas gubernamentales y bajo el auspicio de los terratenientes locales. El final de Rumi Maqui es incierto.
Después, en 1923 ocurrió la rebelión de Wancho Lima (Huancané), un pasaje que todavía tiene un lugar injusto y reducido en la historia del indigenismo.
Pero Wancho Lima es quizás el mensaje mejor logrado por los campesinos puneños a la hora de cuestionar a la República.
No fue una rebelión para destruir, sino para construir un estado paralelo a la miope Lima. De allí la fundación de la República Aimara Tahuantinsuyana del Perú con su presidente Carlos Condorena Yujra, que en resumidas cuentas fue creación de mercado y oportunidades mediante educación para los desposeídos.
Y en esa misma mirada histórica, el Aimarazo de 2011 es uno de los avances más importantes de la contemporaniedad para el campesino y sus hijos. 
La sentencia adelantada la semana pasada así lo indica. Habrá sido condenado Walter Aduviri, pero el colectivo aimara ha logrado mucho en reconocimiento de derechos. (Correo Puno Juliaca 13/07/17 Foto: Difusión)


jueves, julio 06, 2017

Aimarazo: la sentencia

Por: Hugo Supo

Roger Fernando Istaña Ponce, Víctor Calizaya Coila y Yesica Condori Chata, integrantes del Juzgado Penal Colegiado de la Corte Superior de Justicia de Puno, pasarán a la historia hoy, cualquiera sea su decisión en el juicio del Aimarazo.
Una posibilidad es que sentencien de acuerdo a los precedentes jurídicos que valora el derecho a la protesta ciudadana, considerando incluso la procedencia aimara de la mayor parte de los procesados en este emblemático conflicto del Altiplano peruano.
Podrían los señores jueces seguir la línea por la que se ha inclinado la administración de la justicia en esta parte del Perú; es decir, presentar argumentos de justicia intercultural y la mirada al otro (en este caso al aimara). 
Y podrían deducir, ustedes amigos lectores, cuál sería la sentencia en esta línea.
Otra posibilidad es que el colegiado opte por condenar a los protestantes, para ello, los jueces tendrán que valorar aún más la teoría presentada por el Ministerio Público (delitos de extorsión y disturbios) y sobreponer asuntos de tranquilidad pública sobre las quejas de los pobladores rurales por asuntos socioambientales.
Claramente la sentencia a dictarse hoy 6 de julio de 2017 para el caso Aimarazo, significa dar respuesta a una lucha de enfoques de justicia. ¿Qué vale más?, ¿el derecho de los campesinos o de los citadinos?, ¿y cómo se aplicaría aquello de que el derecho de uno se acaba donde empieza el del otro?, ¿quién es el uno y quién el otro?
Entendidos en la materia nos dicen que los argumentos jurídicos existen y son válidos para ambas posibilidades, para absolución y condena. Suponemos entonces que la decisión tiene que ver con la valoración personal de cada juez.
Y la sentencia no solamente es trascendente por la significancia social del Aimarazo, sino porque la sentencia afectará directamente al año electoral próximo.
Hoy es un día de decisiones difíciles, estaremos atentos. (Correo Puno Juliaca 06/07/17 Foto: Difusión)