Por: Hugo Supo
Hay una sustancial diferencia entre
incursionar en política y participar en elecciones. ¡Cuidado!
Varios de los voceados candidatos a gobiernos subnacionales sostienen
que participan de la política local en su afán de servir al pueblo,
pero en esa arena no se les ha visto ni en pelea de perros.
Los confusos piensan que la campaña
electoral ya es hacer política, por eso aparecen en tiempos como
estos y luego desaparecen hasta la próxima convocatoria.
Incluso algunos han lanzando
candidaturas en conferencias de prensa, reuniones con simpatizantes,
redes sociales y pintas en carreteras, cuando ni siquiera tenían
asegurada mínima aportación en organizaciones políticas.
La consecuencia es que muchos de estos
personajes han quedado fuera de juego antes de iniciar la campaña
oficial. Los más astutos se han reacomodado al estilo camaleónico y
ahí van; total, aquí no interesan ideologías y programas, sino
figurar en las encuestas.
Cuando se habla de renovar la política
(ya sea generacional o en jerarquía social) no se refiere a cambiar
de nombres y rostros solamente. Debemos de aspirar a una práctica
política coherente, decente y valiente.
Entonces, queremos nuevos políticos
sí, pero los queremos participando en política desde diferentes
espacios, las elecciones son momentos que determinan la toma de
poder, es parte del proceso, es consecuencia de un trabajo previo y
no el primer objetivo.
¿Y cómo hacer política desde otros
espacios? Los ciudadanos tendríamos que mantenernos vigilantes,
estar informados, reclamar ante la injusticia y proponer a partir de
nuestra propia realidad. Sobre todo hay que responsabilizarse con
nuestro voto.
Ahora que si alguien desea participar
en un proceso eleccionario, lo ideal sería que antes se integre a un
grupo ya constituido o participe en la formación de uno nuevo.
Debemos dejar de lado la improvisación, porque de ese plato ya hemos
comido harto. (Publicado en Correo Puno Juliaca 19/04/18 Foto: Diario
Correo)