lunes, diciembre 14, 2009

Sinceridad con el Inambari


Por: Hugo Supo

Acaba de terminar un seminario en Lima en el que se trató respecto a la hidroeléctrica del Inambari: de qué se trata el proyecto, qué es lo que busca, qué beneficios lograremos los peruanos (puneños en particular), qué buscan los inversionistas brasileños, entre otros puntos más.

En este contexto muchas cosas han pasado y lo siguen haciendo. El 11 de diciembre el presidente de Brasil se reunió con su homologo del Perú para hablar sobre integración regional, se esperaba el sello final al proyecto energético Inambari, pero no fui así. Al término de la cita se prorrogó por 60 días más la posible firma del convenio de integración energética entre ambos países.

En esos mismos días, los pobladores del valle Inambari decidieron protestar cerrando la carretera Interoceánica para expresar su oposición al proyecto. Previa a la medida el Gobierno Regional de Puno convocó a un “Foro Informativo” para los pobladores de la zona de impacto, el cual más que evento de información, pareciera un mitin popular dirigido, pues cómo podríamos confiar en la imparcialidad de un presidente Hernán Fuentes que ya se pronunció del tema (por el no a la hidroeléctrica). Además, es bueno agregar que ese mismo Gobierno Regional casi no ha invertido en el desarrollo de la zona de la que ahora se dice ser defensor.

Es decir, los periodistas y pobladores estamos ante una contraposición cerrada, no quedándonos más remedio que actuar y opinar en medio de especulaciones de los políticos y el silencio de los técnicos.

Si bien mayoritariamente en Puno se han pronunciado en contra de esta inversión extranjera, hay muchos aspectos de los que no se habla con sinceridad. Ni el gobierno ni la empresas y menos los pobladores de la zona, quienes aparte de la poca información que manejan son más proclives al manejo de los políticos en campaña.

Por ejemplo los que no se ha dicho es que hay muy pocas posibilidades de que el proyecto Inambari paralice. Estamos hablando no solamente de la hidroeléctrica del Inambari, sino de un cúmulo de obras previstas en la IIRSA.

Recordemos que los proyectos de la IIRSA se empezaron a diseñar en los años 70, pero fue Alejandro Toledo quien le dio mayor impulso con la construcción de la carretera Interoceánica. Es decir, que los energéticos son proyectos en consorcio con los sectores transporte, infraestructura vial y otros. Eso no se le dice a la gente del valle del Inambari y tendenciosamente se le hace creer que hay probabilidades de que el NO cerrado pueda triunfar, incluso con lamentables consecuencias como lo ocurrido en Bagua.

Los políticos están utilizando a la población como carne de cañón, esos mismos políticos que cuando se haga la hidroeléctrica se pelearán por el canon que los brasileños pagarán y negociarán puestos de trabajo o cuando ocurran conflictos escaparán de su responsabilidad y le echarán la culpa a la represiva Policía Nacional.

Lo otro es que la gente tiene derecho a informarse, y aquí hay que ser críticos a la empresa en primer lugar (la cual no sabe comunicar), al Estado que actúa como si no hubiera gente a la que consultar y los dirigentes locales, quienes tampoco se preocupan por pedir a los técnicos un esclarecimiento del proyecto.

¿Entonces estamos hablando que a la gente del Inamabari solamente le queda resignarse y abandonar sus tierras para que los brasileños lo inunden? Por supuesto que no, a la ciudadanía le corresponde informarse y luego decidir el gran provecho que se podría sacar a la inversión. El ejemplo aquí es de los arequipeños, quienes lograron que Cerro Verde se comprometa a construir una planta de tratamiento para la Ciudad Blanca; eso si, siempre que la población esté debidamente concientizada.

Antes que decir no a la hidroeléctrica Puno requiere de sinceridad, tema que a muchos no conviene, pero que es necesario para que los pueblos decidan conforme ellos sean concientes.

Finalmente, veo en forma particular que el no actual a la hidroeléctrica es más por cuestiones de forma que de fondo, la gente reclama información y sinceridad; eso es lo que hay que solucionar. Necesitamos urgentemente información sincera desde todo lado, para luego pasar a discutir temas de fondo.