lunes, mayo 20, 2013

¿A qué puerto va, señor?


Por: Hugo Supo 

Don Alfredo Urrutia Altamirano, actual director del Proyecto Especial Lago Titicaca (PELT), anda acusando a este periodista de emprender una campaña calumniosa y sistemática en contra suya. Ha repetido esa cantaleta como si de maestro tuviera a un experto en victimización, un torero a la hora de hablar sobre temas de fondo.
Este columnista fue invitado para el pasado martes al despacho de Urrutia con el fin de hacerle una entrevista. Las preguntas iban a ser: ¿por qué se ha rodeado de personajes tan cercanos al congresista Mariano Portugal?, ¿por qué está permitiendo el retorno de trabajadores que salieron malparados de esa misma institución el año pasado?, ¿qué es lo que está haciendo por encaminar la entidad?, entre otras.
Pero no. El marino -a quien le gusta ser huachafamente llamado “Popeye”- no quería una entrevista, lo que pretendía era dar clases de moral y ética periodística, vanagloriarse de su carrera militar, y -de remate- mostrar una arrogancia ya conocida en nuestra historia: la del misti sobre el indio.
Y como aquí ya nadie es gamonal, este periodista se levantó y salió de ese griterío soliloquio, dejando en claro que se le entrevistará cuando tenga los argumentos para aclarar lo que debe aclarar, en mutuo respeto.
¡Bah! Alguien que tuvo que ser llamado a través de El Peruano para pagar sus deudas ante la SUNAT, quien pretendió darse gustitos demandando al Estado (felizmente paralizado por el TC) o quien se alió a uno de los políticos con mayor cuestionamiento en la región, no puede dar lecciones de moralidad, menos aún desde ese “puesto fusible” con tufillo a padrinazgo.
Pamplinas. En realidad, el hecho no pasa de ser una anécdota más para alguien ya curtido en andar en medio de esos complejos de superioridad. Lo que preocupa son asuntos más delicados.
Por ejemplo, este señor pone el dedo acusador en este cronista como si fuera el responsable de su inacción en el PELT o de sus desafortunadas declaraciones; quien sabe, sí, hasta de lo que admitió para Los Andes (18/05/13): que a mes y medio de haber asumido el cargo no tiene proyecto alguno en mente. “Ahorita no estoy haciendo ningún proyecto nuevo, lo que estoy tratando de ver es qué proyectos priorizar”, dice en la cita.
O de la denuncia de presuntas irregularidades hechas por el alcalde de Uros Chulluni en Pachamama Radio ayer, donde se habla del dragado iniciando con el exdirector y que ahora está en pare por orden de Urrutia. O de la sentencia en contra que tiene el PELT por terrenos en la cuenca Lagunillas, las dudosas compras de pajillas y otras maravillas que vienen desde gestiones anteriores y cuya documentación está en nuestras manos.
No es menos preocupante enterarnos de que este director haya atrofiado hasta ahora tres proyectos: el dragado de Los Uros, la canalización de Yapuscachi en Cabana y similares trabajos en Quishuarani-Orurillo; como consecuencia lógica el gasto presupuestal no ha avanzado ni un chupo, hasta ayer el MEF confirmaba que apenas se ha desembolsado el 14,2% de sus fondos (41,562,549 soles).
No, señor Urrutia, no se oculta el sol con un dedo. Su inacción administrativa, excesivo protagonismo en desfiles y esas chácharas que tiene con los suyos no ayudan a mantener a flote a este barco. La victimización es una estrategia, cierto, pero suele ser insostenible.
Explique usted la situación política por la que atraviesa, los nexos con Portugal y el grupo de renegados que ahora se refugian en ese movimiento chanfainita CxC, las influencias de Walter Aguirre -tan mal recordado como ese desastre llamado Proyecto Pampa-; si quiere hágalo en este mismo matutino o con el entrevistador de su preferencia, y luego trabaje y siga trabajando.
Su fijación en este periodista es una senda equivocada; lo único que está demostrando hasta ahora es ser un marinero que, al paso que va, el puerto más seguro para ese barco llamado PELT será la desaparición; aunque quizás eso sea lo más valorable que usted haga por Puno. Servido caballero.  (Publicado en Correo Puno 20/05/13)