jueves, febrero 16, 2017

¿Dónde está la reserva moral?

Por: Hugo Supo

Demasiada soberbia corre en la sangre de quienes se han hecho llamar “reserva moral”, tanta como la que ahora mismo corre en las venas de los que se autoproclaman como los dignos de la sociedad. Peligrosa gente ha resultado siendo para el fortalecimiento institucional y democrático del país postfujimorismo.
Cuidado que similares lobos vestidos de corderos publicitan hoy su indignación. Ojo que la experiencia nos dice que solo sabían buscar nuestros votos.
Pues resulta que la autoproclamada “reserva moral” le ha fallado al país, han engendrado odio para tapar sus fechorías, han distraído con discursos populistas y han señalado al otro como el responsable de todos los males nacionales, sin mirar- tal cual dice la Biblia- la viga en ojo propio.
Y ahora ensayan todo tipo de excusas para justificar la inmundicia en la que seguimos como país. Que el fujimorismo, que el modelo neoliberal, que la globalización. Pamplinas.
Hoy el peruano de a pie sabe que la clase política completa ha fallado, unos por hacer mal, otros por no hacer nada.
Quienes han asumido el poder y quienes lo han compartido tenían la enorme responsabilidad de darle funcionalidad y estabilidad a las instituciones; porque cuando se habla de construir un Estado-Nación no se trata de personas, sino de instituciones en el marco de la democracia.
Curioso escenario es –cual si fuera el relato de Orwell (Rebelión en la Granja)- ver transformados a esos que se proclamaban paladines de la democracia, luchadores sociales y similares cursilerías, en aquello que tanto han odiado.
Como si no supiéramos que los que hoy marchan, por ejemplo, ya están pensando en ser figuritas para las elecciones del Bicentenario.
¿Dónde está la reserva moral verdadera? Claro que existe. Es el ciudadano anónimo. Quien es eficaz en sus obligaciones. El padre que no abandona hijos. Quien no bota basura en las calles. El que respeta los semáforos. Quien se compadece de los animales. El que sabe que aporta más haciendo que parloteando. El resto es cuento. (Correo Puno Juliaca 16/02/17 Foto: Difusión)