domingo, febrero 16, 2014

La conflictividad

Por: Hugo Supo

El presidente regional, Mauricio Rodríguez, acaba de ponerse el reto de emprender una campaña internacional que logre mayores visitas extranjeras a la fiesta de la Candelaria 2015. Es buena la intención, pero torpezas, como la improvisada “Avenida del Folklore”, nos hacen dudar que tenga claro el camino.
No vaya a salir con el cuento de que una campaña internacional consiste en enviar afichitos a las embajadas o hacer un viajecito para el lanzamiento de la fiesta en Nueva York. No. Esta campaña debe comenzar por casa damas y caballeros.
Haría bien el Gobierno Regional de Puno, por ejemplo, por hacer funcionar la rimbombante “Oficina de Diálogo y Concertación de Conflictos Sociales”, pero hacerla funcionar de verdad, no concentrarla en monitoreos inútiles, tareas bomberiles o lavarse las manos de asuntos en los que no les conviene aparecer.
Es una vergüenza que la Defensoría del Pueblo catalogue a Puno, por cuchucientos años consecutivos, como una de las regiones más conflictivas del país. ¡Son 18 conflictos por Dios!, ¡este pueblo está que arde!
Y es aún más vergonzoso que el Gobierno Regional siga basando sus monitoreos y conceptos de conflictividad en el modelo defensorial que tanto daña a una zona que aspira proyectar paz social al Perú y al mundo.
En la clasificación defensorial solamente existen dos tipos de conflicto: activo y latente. ¿Qué significa? Vaya usted a saber. Lo único que refleja esa clasificación -demasiado básica- es que la región es un polvorín.
Los conflictologos están empeñados en visibilizar cualquier atisbo de “huelga” para inmediatamente sumar números. Eso es incitar a una histeria colectiva.
¿Es tan difícil hacer una clasificación más sincera de la conflictividad? Nadie, ni sociologos, ni comunicadores o profesionales involucrados están preocupados en sincerar el mapa de conflictividad regional y nacional.
Y no es verdad que Puno esté plagado de conflictos (como hace ver la connotación que tiene la Defensoría del Pueblo, la que hace sinonimia al conflicto con violencia).
Es cierto que se registran casos, pero la mayor parte es como un volcán inactivo que a lo mucho requiere una “alerta”, no denominársele conflicto propiamente dicho.
Una clasificación alternativa y sincera ayudaría a proyectar una región atractiva para el turista, con paz social y garantías. Empecemos por encender la creatividad a favor de nosotros mismos. (Publicado en Correo Puno 17/02/14) FOTO: Pachamama Radio