lunes, octubre 26, 2015

Elecciones del año 2016

Por: Hugo Supo

Seamos prácticos mis queridos paisanos. Y sinceros. Poco podemos esperar de las elecciones en el año 2016. El centralismo capitalino no está pensando en el país, sus políticos han decidido enfrascarse en una lucha sin cuartel por demostrar que el uno es peor que el otro. No hay más que eso con apristas, fujimoristas, nacionalistas y demás hierbas del campo.
Y conforme pasen las semanas, esta guerra sin cuartel se asemejará un poco más al de las hienas hambrientas que se matan por una pedazo de carne. Los candidatos con más posibilidades o mejor favorecidos en las encuestas no están, pues, pensando en discutir ideas-país.
Por tanto, especialmente para las provincias, el pragmatismo eleccionario no es una opción, es lo único que nos queda ante la penosa realidad política por la que atravesamos.
¿Pero qué significa ser pragmático?, es el simple y llano hecho de canjear la abultada votación puneña -porque la historia demuestra esa característica- con uno o dos proyectos grandes que nos puedan realmente beneficiar a potenciar nuestros pueblos.
Tendría que ser, por decir, la seguridad de que la energía llegará y estará garantizada en el altiplano para las próximas décadas, requerimos también ejecutar la zona industrial y ampliarla a una zona comercial con tratamiento tributario preferencial, y hasta, quizás, el manejo de las cuencas para la correcta administración de nuestro mayor recurso: el agua.
No nos engañemos, podemos pedir más, seguramente no los prometerían, pero el incumplimiento de las promesas es una especie de deporte nacional para esta generación de políticos.
Ser pragmáticos es eso, reducir nuestra agenda a lo regional y a lo básico.
El beneficio será mayor vigilancia social y menos frustraciones a medio plazo.
Siendo sinceros, a los puneños no nos toca votar aún en los venideros comicios, lo que corresponde es preparar a los nuestros para generar el cambio generacional de la élite política.
Y, mientras tanto, elegir a quien se comprometa con nuestra modesta agenda local. A no ser que el masoquismo sea nuestra vocación. (Correo Puno-Juliaca 26/10/15 Foto: Internet)


lunes, octubre 19, 2015

Decanos y voto universal

Por: Hugo Supo

Preocupados porque el tiempo se les agota, los decanos de la Universidad Nacional del Altiplano (UNA) emprendieron lobby con políticos de la misma casa de estudios y del Congreso de la República. Su objetivo es quedarse en el cargo hasta 2017.
Aquí vale anotar que la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) ya comunicó que el plazo para la elección de nuevas autoridades universitarias vence el 31 de diciembre.
En el caso de la UNA solo quedaría cambiar a los decanos, tomando en cuenta que el actual rector, Porfirio Enríquez, y sus vicerrectores ya se han sometido al voto universal que rige en la nueva legislación.
Pero como los decanos de las 19 facultades prefieren saltarse la ley, se han aliado con el congresista Mariano Portugal para presentar un proyecto de modificatoria a las disposiciones transitorias de la Ley Universitaria y, en consecuencia, aferrarse a sus sillones.
A estos no solo les preocupa la posibilidad de irse del cargo, sino que la nueva ley rebaje la cantidad de facultades, ergo, también de autoridades a ese nivel.
El congresista Portugal argumenta en su iniciativa de modificatoria que las universidades que ya eligieron a sus autoridades con la figura del “voto universal” no deberían de estar obligadas a un nuevo proceso.
Pero, para eso está la historia, en la UNA solo una vez se implementó la elección universal, fue en mayo pasado con la elección del trío que actualmente gobierna. Lo de antes, cuando eligieron a los decanos y otras autoridades, se denominaba “elección previa” y de ninguna manera voto universal.
Es una lástima, por cierto, que los mismos estudiantes se hayan encargado de sepultar la federación estudiantil (Feuna) que bien habría aclarado estos temas y, de seguro, hecho respetar la Ley.
Precisamente, el voto universal fue una consigna de las marchas estudiantiles de inicios de este siglo, los docentes y autoridades jamás embanderaron ni siquiera la idea de democratizar la universidad peruana.
La pretensión de los actuales decanos de prolongar su poder, va en contra de la soñada calidad universitaria en el altiplano, ¿se quedarán callados los estudiantes de hoy? (Correo Puno-Juliaca 19/10/15 Foto: Internet)

domingo, octubre 11, 2015

Los niños de Cucho Amaru

Por: Hugo Supo

A diez minutos de la carretera Juliaca-Putina, en la jurisdicción de la provincia de Huancané, se encuentra la comunidad campesina de Cucho Amaru, diez minutos más allá está el famoso poblado de Huancho Lima donde Carlos Condorena quiso fundar una república tahuantinsuyana libre de Lima. Es un vallecito con gente humilde y trabajadora, cuyas aspiraciones de superación se encuentran por ahora en 13 niños y niñas que asisten a las aulas de la única escuela de la zona.
Pese a los esfuerzos, las familias ven casi nulos beneficios en la agricultura y ganadería, las labores están concentradas en la chacra de minifundio, la migración hacia zonas mineras o a la ciudad donde una mayor parte irá a sumar las cifras de la pobreza de asentamiento humano.
No hay, pues, esperanza clara en la comunidad; por eso cuando los antropólogos, sociólogos, periodistas o políticos hablan de comunidad como modelo de desarrollo y gran propuesta hacia el mundo, los comuneros no saben muy bien de lo que esta gente argumenta.
Si bien las comunidades han sabido conservar técnicas de convivencia dignas de imitar en el mundo, no es menos verdadero que procesos como la incompleta reforma agraria han vuelto perversas a estas organizaciones, además, seguramente, de otros procesos que no vamos a enumerar en esta entrega.
Perversas como ese asesinato (justicia comunal le dicen otros) a los asaltantes en Acoccollo, perversas como la corrupción que pervive disfrazada de “correspondencia”, perversas como la envidia, tan humanamente natural, que hace pelear a los integrantes de nuestras comunidades hasta la muerte por un surco más o menos.
Los mismos vicios que lamentamos en la urbe, también los lamentan allí, de manera que la mirada antropológica de esta organización es solo eso: una mirada externa y, muchas veces, foránea. Si antes se habló de una utopía andina, hoy tendríamos que reflexionar de la utopía comunal.
Eso sí, no se ha perdido esperanza, ella reside en la educación de esos niños. Trece de esos comuneritos amigos míos han dado a este cronista el honor de apadrinarles en esta etapa, trece que saben que su educación es el verdadero camino a la libertad, trece por los que hay que apostar. (Correo Puno Juliaca 12/10/15 Foto: Basilio)

lunes, octubre 05, 2015

Sociedad en desconfianza

Por: Hugo Supo

Vivimos en tiempos y sociedades de desconfianza generalizada. Quizás hemos llegado a la cresta de esta competencia acumulativa (material e inmaterial) absurda, pero aún no hacemos nada para cambiar.
¿Cómo reconquistar la confianza? Harto difícil el reto, puesto que la miopía también nos hace pecar en cuestionar al resto sin analizar lo que pasa con nosotros mismos.
Esa es una herencia cultural, por eso todavía hay gente que piensa que el denominado “imperio de los Incas” fue una maravilla destruida por el conquistador hispano, tara histórica de la que no nos hemos liberado.
En el tema corrupción, por ejemplo, la sociedad peruana se concentra en señalar con el dedo acusador al Estado como la madre nodriza de este mal, obviando sus interrelaciones con otros agentes, especialmente los privados.
Resulta interesante en tal contexto, ver experiencias como las europeas en donde las leyes anticorrupción no solamente alcanzan a los integrantes del Estado y gobierno, sino también a las empresas privadas y ciudadanos de a pie.
¿Hay alguna empresa privada que opere en nuestro país que haya declarado la lucha anticorrupción como una prioridad?, ¿hay alguna que haya reglamentado esa lucha? Aparte de pocos medios de comunicación que se rigen en códigos de ética, una mayoría se desentiende.
Qué bien caería empezar a ver empresas que redacten y publiciten sus reglas internas de lucha anticorrupción, que premien a sus colaboradores honestos y sancionen a los que no valen la pena. 
Lamentablemente, nuestro Congreso es el primero en rehuir a estas tareas, existen parlamentarios como el nacionalista Emiliano Apaza que hace pocos días declaraba campante en una radio local, que había renunciado a su función legislativa porque ya habían muchas leyes y lo que se requería era un tramitador en Lima.
Empieza una campaña electoral en octubre, en breve podremos saber quiénes son los interesados a representarnos en el próximo Parlamento, es hora de que debatan una agenda urgente para devolvernos la confianza entre peruanos y peruanas. (Correo Puno-Juliaca 05/10/15 Foto: Internet)

jueves, octubre 01, 2015

En el Día del Periodista

Por: Hugo Supo

No hay más oficio/profesión que implique cierta dosis de rebeldía que el periodismo. Es inaceptable, pues, que un periodista resulte siendo fantoche de los poderes existentes en la sociedad, ergo, su labor debe de teñirse de coraje en el día a día.
No es posible, por escribir de un tema, la práctica del periodismo legalista -que pretende equipararse con la abogacía-, aquel que por temor a llegar a los pasillos judiciales renuncia a la consigna innata de decir la verdad por sobre todas las cosas.
En el Perú actual, algún sector del periodismo se esmera en no mostrarse incómodo al gobierno, sus auspiciadores o empleadores. Craso error que la historia sabrá juzgar, porque no hay nada más patético que el hombre de prensa cómodo a los intereses del resto.
Para el periodismo cómodo será normal la perversión de términos como “presunto”, pese a la existencia de verdades innegables. Y entonces nos pasamos de presunción en presunción, timoratos ante lo evidente y corroídos en el sistema.
¿Cuándo, entonces, es el momento de llamar corruptos a los corruptos, ladrones a los ladrones, violadores a los violadores, inútiles a los inútiles...?
En días como hoy 1 de octubre, Día del Periodista, debemos de ser conscientes de que esta labor de impacto histórico es de pocos, no para muchos está reservado el honor de ser llamado periodista.
Pensando en ello, Federico More, el inmortal paisano dijo en alguna oportunidad el siguiente texto: “el periodismo es menos accesible que las profesiones liberales y académicas, por lo mismo que, para ejercerlo, se requiere vocación irresistible, fe profunda y entusiasmo siempre floreciente. Se es periodista como se es rubio. Unos cuantos años de universidad bastan ya para ser médico, abogado o ingeniero. Una vida no basta para ser periodista. Acaso el periodista valga muy poco, quizá no valga nada, pero es inimitable. Esclavo de las musas y del Arquero Apolo, siervo del público y de la actualidad”. (Correo Puno-Juliaca 01/10/15 Foto: Internet)