Por: Hugo Supo
El Consejo Regional que acompañó al
exgobernador Juan Luque Mamani demoró casi cuatro años para diseñar
un reglamento interno que nunca utilizó; el documento apenas sirvió
como herencia a los siguientes fiscalizadores que asumieron funciones
en enero de 2019.
Vale decir que el Consejo Regional
funcionó con un reglamento caduco durante los años 2015-2018. Ni
siquiera se actualizó el número de representantes que había
variado de 13 a 16, menos se pudo reforzar las labores de
fiscalización de los consejeros y, en consecuencia, los ciudadanos
hemos sido testigos de una representación mediocre y escandalosa.
El reglamento aprobado a finales del
año 2018 es un fiasco, en muchos de sus extremos atenta a la misma
Ley Orgánica de Gobiernos Regionales, como el asunto de las
interpelaciones y censuras que ahora entrampa al sector Salud.
Los miembros del actual Consejo
Regional conocían de esta realidad, el reglamento interno fue motivo
de sus primeros debates, razón por la que decidieron reformar ese
documento, pero no hay resultados concretos.
La actualización del reglamento
interno debe ser una prioridad para esta gestión, lo que no parece
ocurrir porque ahora en la comisión encargada de dicho trabajo han
solicitado 60 días adicionales para elevar su informe.
En suma, tampoco se conocen los cambios
que se están planteando en el nuevo reglamento, lo que siempre es un
riesgo, puesto que muchos de los consejeros desconocen de sus
funciones y están en el juegüito de ser minicongresistas.
Es inaudito cumplir funciones públicas
sin los instrumentos legales adecuados, por eso los ciudadanos
debemos llamar la atención a este Consejo Regional, no vaya a ser
que se demoren otros cuatro años para pretender ordenar la casa.
Por ahora los hemos visto enfrentados
al Ejecutivo regional por razones que ni ellos saben sustentar
adecuadamente.
¿Cómo están funcionando las
comisiones de trabajo? , ¿qué tanto están sirviendo los 19
consejeros a la ciudadanía? Ojo con este Consejo. (Correo Puno
Juliaca 20/06/19 Foto: Difusión)