miércoles, abril 25, 2018

La visita de Vizcarra


Por: Hugo Supo

El presidente de la República, Martín Vizcarra, llegará este viernes a territorio puneño para liderar una reunión con las autoridades subnacionales denominada Muni-Ejecutivo, actividad de carácter extraordinaria, cuya sede será la isla Taquile del distrito insular de Amantaní.
En el cronograma diseñado por la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) se prevé la participación de algunos ministros, los alcaldes provinciales, el gobernador regional y, por supuesto, el señor Vizcarra.
Muni- Ejecutivo empezará a las 8:00 horas de este 27 de abril y concluirá a las 17:45 con las palabras del Primer Mandatario. Se supone que antes se presentará un resumen de los acuerdos a los que se arriben en diferentes mesas de trabajo.
De esta manera, el Presidente Vizcarra ha preferido evitar cualquier tipo de reclamo por asuntos sensibles como la delimitación territorial con Moquegua, departamento del cual fue autoridad y funcionario cuestionado desde el sector aimara de Puno.
El gesto de Martín Vizcarra es con los alcaldes provinciales y gobernador del departamento altiplánico, no con el pueblo que espera respuestas y anuncios concretos.
Y teniendo en cuenta el desprestigio del que goza la mayor parte de autoridades puneñas, seguramente el esfuerzo del Presidente no tendrá mayores efectos a favor de su gobierno. Por supuesto, los alcaldes provinciales y el gobernador regional están igualmente desconectados de la población, tanto así que -por poner un ejemplo- el señor Juan Luque ha optado por darle prioridad al polémico proyecto de adquisición de 140 tractores para la Dirección Regional Agraria, en desmedro de otros asuntos que él mismo se comprometió en campaña y otros momentos.
De manera que la reunión de este viernes será una cita de políticos desgastados y sumidos en desconfianza. El hecho de rodearse de agua en lugar de pueblo, ya es un claro mensaje. (Publicado en Correo Puno Juliaca 26/04/18 Foto: Difusión)



jueves, abril 19, 2018

Hacer política e ir a elecciones


Por: Hugo Supo

Hay una sustancial diferencia entre incursionar en política y participar en elecciones. ¡Cuidado! Varios de los voceados candidatos a gobiernos subnacionales sostienen que participan de la política local en su afán de servir al pueblo, pero en esa arena no se les ha visto ni en pelea de perros.
Los confusos piensan que la campaña electoral ya es hacer política, por eso aparecen en tiempos como estos y luego desaparecen hasta la próxima convocatoria.
Incluso algunos han lanzando candidaturas en conferencias de prensa, reuniones con simpatizantes, redes sociales y pintas en carreteras, cuando ni siquiera tenían asegurada mínima aportación en organizaciones políticas.
La consecuencia es que muchos de estos personajes han quedado fuera de juego antes de iniciar la campaña oficial. Los más astutos se han reacomodado al estilo camaleónico y ahí van; total, aquí no interesan ideologías y programas, sino figurar en las encuestas.
Cuando se habla de renovar la política (ya sea generacional o en jerarquía social) no se refiere a cambiar de nombres y rostros solamente. Debemos de aspirar a una práctica política coherente, decente y valiente.
Entonces, queremos nuevos políticos sí, pero los queremos participando en política desde diferentes espacios, las elecciones son momentos que determinan la toma de poder, es parte del proceso, es consecuencia de un trabajo previo y no el primer objetivo.
¿Y cómo hacer política desde otros espacios? Los ciudadanos tendríamos que mantenernos vigilantes, estar informados, reclamar ante la injusticia y proponer a partir de nuestra propia realidad. Sobre todo hay que responsabilizarse con nuestro voto.
Ahora que si alguien desea participar en un proceso eleccionario, lo ideal sería que antes se integre a un grupo ya constituido o participe en la formación de uno nuevo. Debemos dejar de lado la improvisación, porque de ese plato ya hemos comido harto. (Publicado en Correo Puno Juliaca 19/04/18 Foto: Diario Correo)


jueves, abril 12, 2018

Reflexiones en Huatasani


Por: Hugo Supo

El pueblo de Huatasani tiene una singularidad digna de resaltar. Está ubicado exactamente donde termina la zona aimara y empieza la parte quechua de la provincia de Huancané, en el norte de la región Puno.
La feria semanal de Huatasani se realiza los sábados, allí acuden ganaderos y agricultores de las comunidades adyacentes para el intercambio comercial. Mantienen una feria de ganados y tradiciones como la chala (trueque).
Es impresionante observar que el intercambio comercial se realice principalmente en idiomas originarios como el quechua y el aimara, aunque bastante gente también domina el castellano.
Huatasani es una pequeña muestra de la convivencia cultural del Altiplano peruano; pues la región puneña es también un territorio donde pueblan naciones quechuas y aimaras desde hace muchos siglos. Es bueno anotarlo para que conozca quien aún no lo sepa.
Fue en este distrito donde el pasado fin de semana se desarrolló el Primer Congreso de Quechuas y Aimaras, congregando a autoridades comunales, juventud y sociedad civil convocados por un grupo de residentes huatasaneños interesados en poner en debate la política y la gestión social.
Varios candidatos han expuesto allí sus propuestas y puntos de vista respecto a temas de gobierno y sociedad. Estuvieron, por ejemplo, Mariano Portugal, Edgar Mancha, César Quispe, entre otros; todos ellos coinciden en que la educación debe ser la prioridad para cambiar esta sociedad, aunque poco han dicho respecto de qué cosa hay que trabajar para alcanzar educación de calidad.
Este columnista también fue invitado para disertar; dijimos que la educación, por supuesto, es la columna vertebral para todo proyecto social.
Añoramos y trabajamos por una revolución cultural y educativa en el país. Con una añadidura: la ética andina (solidaridad y complementariedad) es lo que finalmente hará funcionar este o cualquier modelo económico-social. De eso hablamos, entre otras cosas, cuando proponemos un proceso de Refundación.