sábado, diciembre 02, 2006

Carmela Sifuentes es la nueva “men” de la CGTP…qué cambiará

Por: Hugo Supo
Realmente me parece un argumento muy hipócrita pensar que las mujeres son la solución a todos los problemas del orbe. Al menos ese es el panorama que puedo ver cada vez que ocurre una aislada elección de una dama a algún cargo importante ya sea dirigencial o ejecutiva.

Es cierto. En los últimos años la mujer peruana ha cobrado un protagonismo especial en la escena política. Aunque no en cantidad suficiente, en la anterior campaña presidencial, dos mujeres compitieron por alcanzar el mandato nacional.

Luego, para las elecciones regionales y municipales, la participación de la mujer estuvo enmarcada en la “Ley de Cuotas” por la que se determina que a cada plancha presente por lo menos dos o tres mujeres candidatas a regidoras o consejeras. Sin embargo, el liderazgo femenino continuó sujeto a los intereses de una sociedad machista, pues si bien hubieron lideres mujeres (candidatas) sus listas estaban integradas en su mayoría por varones.

Y en recientes días, la mujer, ha regresado a ser tema central en los comentarios periodísticos y por su puesto de las organizaciones feministas que buscan su justa reivindicación.

En las elecciones de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) llevada a cabo en el XII Congreso Nacional de ese gremio, salió elegida por primera vez en la historia del Perú, una mujer presidenta. La catedrática Carmela Sifuentes Hinostroza es ahora la principal sindicalista que reclama los derechos laborales.

Pero, esta elección nos trae a la reflexión sobre el papel que cumple cada mujer líder en el país. Se trata de analizar si por el solo hecho de ser mujer, la realidad podría mejorar para las organizaciones a quienes representan o para la sociedad en general.

Los comentarios que reivindican a las mujeres cuando ocurren casos como el de la CGTP, o cuando una dama se presenta de candidata a algún cargo, me hacen ver que continuamos en un mundo más que machista. En una visión miope de la política, pensamos que no tienen posición política y no representan más que a las mujeres.

Resulta que ahora la CGTP tomará nuevos rumbos y será férrea opositora al régimen neoliberal del gobierno; "se abre una nueva etapa para los andares del gremio que aglutina a la mayoría de sindicatos del Perú", dicen algunos.

Como si la presidenta Sifuentes, no tuviera militancia política e intereses particulares que defender (dicen que es de Patria Roja), y que por es mujer, el asunto ya está solucionado. Imagino que lo mismo se hubiera dicho si Lourdes Flores (derechista) ganaba la presidencia nacional.

No yendo lejos de Puno, actualmente la Universidad Nacional del Altiplano está presidida por una mujer. Martha Tapia Infantes es quien ganó la rectoría con el apoyo de un grupo de docentes y estudiantes.

No obstante, el ingreso de esta señora a la UNA no ha cambiado el rumbo de la llamada primera casa superior de estudios. El tufillo de corrupción se respira al igual que antes (cuando el rector era varón), los negociados de notas continúan, es mas, las chicherias y cantinas inundan más que antes a la Ciudad Universitaria.

Y en general la universidad sigue en marcha; pero con problemas como las imposiciones de grupos políticos que buscan sus intereses. Por ejemplo, ahora los catedráticos tendrán vacaciones sin haber concluido el año académico.

Otro ejemplo claro son nuestras “madres de la patria”, pues a muchas de ellas les importa un bledo ser mujeres y han impuesto sus intereses (políticos y de cualquier tipo) antes que defender a la sociedad como una “madre”.

De cualquier modo, es necesario dejar en claro que si bien las mujeres tienen el justo derecho a reivindicarse en nuestro mundo machista, ellas no representan la solución integral. Tengo la particular opinión que no debemos dejar crecer nuestras esperanzas de cambio, cuando las damas adquieren responsabilidades representativas.

Sino, pregúntele a los del SUTE (CEN nacional) que tienen a Caridad Montes como secretaria general desde hace más de un año...
Nota: Tengo la certeza que muchas y muchos me tildarán como un machista empedernido, después de leer este comentario.