Por: Hugo Supo
Si con madrugar en la campaña, Juan
Luque, candidato a presidente regional de Puno por el PICO, piensa
asegurar más del 30% de votos, evitar pasar a segunda vuelta y
sentarse en el sillón regional está equivocado. Esta faena no es la
continuación del 2010.
El Luque del 2014 es otro. Para empezar
está siendo presentado como líder del Proyecto de Integración para
la Cooperación del Desarrollo de Puno (PICO), una organización de
la que poco se sabe, de formación coyuntural, sin posición política
clara y, para colmo, copia del fracasado RAICES que alojó al
exrector en los anteriores comicios.
Hoy, Luque juega a la misma fórmula de
las elecciones de hace cuatro años: a publicitarse como el bonachón
emprendedor, constructor de edificios y pragmático administrador.
Por ahora, aunque parece que será así en toda la campaña,
concentra esfuerzos en una propaganda soterrada, con padrinazgos y
francachela.
Recordemos que la debilidad más grande
que este personaje ha dejado en la opinión pública es su torpe
desenvolvimiento a la hora de exponer ideas. Antes tuvo al
experimentado Mariano Portugal para sacarlo de apuros, este año la
cosa estará más difícil, aún más si pasa a segunda vuelta donde
una campaña suele polarizarse a extremos. Para variar, el exrector
ya no representa el rostro nuevo de las elecciones. Su principal
activo es haber quedado en segundo lugar, seguramente, eso le dejará
un interesante colchón de votación, pero también tiene pasivos;
ergo, posee rivalidades que se ha ganado con el movimiento AQUI que
tienta la reelección; con el aparato de David Mamani Paricahua, en
cuyo alrededor están seguros que Luque es el culpable de haber
sepultado la candidatura regional del alcalde juliaqueño, entre
otras.
Es innegable pues que el candidato del
PICO es más vulnerable hoy que en el 2010. Es cierto, por ejemplo,
que no se ha alejado por completo la administración de la UANCV, no
obstante, sabemos que está bastante preocupado por emparejar el
terreno a su favor en la universidad privada, allí en cambio, el
consenso de apoyarlo ya se ha difuminado hace tiempo. Que los
seguidores de Luque no se sientan seguros de nada, toda esta
vulnerabilidad hace dudar, incluso, de que el hombre llegue a la
segunda vuelta. Veremos cómo avanza. (Publicado en Correo Puno
03/03/14)