lunes, febrero 16, 2009

¡Fuerza Ruth!

Por: Hugo Supo

Ruth ha vivido los últimos 158 días de su vida sin saber ¿qué es lo que exactamente pasó aquel 11 de septiembre del 2008?, sólo sabe que fue de madrugada, se quedó dormida en el bus que la traía de regreso de Moquegua; se ha enterado por rumores que habría sido el exceso de velocidad o la imprudencia de algún chofer cuyo nombre desconoce, lo que originó el accidente de tránsito que marcó su vida. Ruth sabe poco de lo que pasó aquella mañana, a ella no le explicaron, quizás ya no importa que lo hagan, pues ahora tiene que enfrentar la prueba más importante que le ha puesto Dios.

Su nombre completo es Ruth Juana Quispe Gutiérrez, esta puneña ha cumplido 35 años el pasado ocho de febrero, vive en Lima –diríamos más bien, está obligada a vivir allí- porque tiene que seguir un tratamiento especializado para mejorar su salud. Ella fue una de las víctimas del accidente que tuvo un bus de la empresa JULSA, ocurrido en la carretera Moquegua- Puno, el pasado 11 de septiembre.

El caso de Ruth es dramático, en adelante tiene que vivir sin sus miembros inferiores que han sido amputados y sin tres dedos de su mano izquierda que también los ha perdido en el accidente. El reto es grande.

Pese a los esfuerzos, la familia de esta dama ya no tiene dinero para ayudarla en su intención de volver a caminar, a trabajar y a ser nuevamente la emprendedora y animosa que siempre lo fue.

En Lima está postrada en una cama, vive con sus padres e hija –sus mayores soportes en los momentos más tristes que le tocó pasar-, es por ellos que no ha perdido la esperanza.

- Claro que tengo que bailar, soy muy bailarina. Nos dice, mientras esboza en su rostro una sonrisa que termina por emocionarnos.

No necesita una fortuna, sólo quiere la bondad de algún empresario o el apoyo de manos solidarias que la ayuden a recaudar fondos para comprar una silla de ruedas y en el mejor de los casos, conseguir las prótesis que requiere para caminar. Del resto se encargará ella misma.

Ruth no maldice a nadie, por el contrario agradece por la ayuda que hasta el momento ha recibido. El SOAT ha cubierto con alrededor de 17 mil soles para sus primeras atenciones, la empresa para la que trabaja (Corporación Americana de Desarrollo) también aportó mucho y más aun le garantiza un puesto de trabajo para después de su recuperación.

Sin embargo, eso no es todo lo que requiere, el tratamiento es largo y ya no hay de dónde sacar dinero. Ahora, de su buen corazón, señor lector, dependerá el camino de Ruth. Es hora de ayudar. Informaciones: ugosupo@hotmail.com