miércoles, septiembre 17, 2008

A la última morada



Por: Hugo Supo

Arrastro el saquillo lleno de ropa vieja que antes manché con kerosén; no tengo rumbo fijo, la luna rojiza me observa y luego se convierte en mi cómplice, ella me guía y llevo el bulto a su orden.

Mientras un poco de gentío desaparece en la oscuridad de la calle, me dirijo a un basural de improviso que logro avizorar como a dos cuadras de donde estoy, allí hay un fuego que humeante se resiste a desaparecer. Es el lugar perfecto.

Aquí estoy, con este saquillo en donde he guardado algunas cursilerías, quiero que todas desaparezcan, aunque mi otro yo desea salvarlas de su fatal destino, no será así. Mientras demoro en decidirme, mi tacto ha actuado y he echado todo al fuego, ya no es hora de arrepentirse.

Una llama de fuego se aviva en mis recuerdos, poco a poco la devora, la consume y todo se va tornando en un ardor amarillo intenso, no me he dado cuenta, pero una lágrima cae por mis mejillas como signo de despedida con ese montón de hilachos.

Es un poco de ropa que he dejado de usar, son también algunas cartas y poemas que he escrito en secreto en el pasado; con ellas se van mis últimos suspiros de mis episodios más amados.

En la mano tengo una botellita con kerosén, la vacío sobre las ropas que he llevado a quemar a orillas del Titicaca, el fuego salta en esa oscuridad y todo alrededor se ilumina, yo también.

Estoy parado al lado derecho del fuego, me caliento y pienso en lo que estos cachivaches representan para mi, me da un poco de nostalgia y cual si fuera loco suelto un par de carcajadas solitarias.

Un par de señoritas que pasan por la vereda del frente piensan –seguro estoy- que soy un desahuciado mas, o me creen borracho, se alejen para que no les haga daño, las miro y me vuelvo a reír para mis adentros.

Esta noche he dejado parte de mis recuerdos, parte de mi vida se van en estos trapos, ellos brillaron en sus últimos momentos, y yo cumplí con acompañarlos a su ultima morada. Mañana serán basura, pasará el camión recolector y lo llevará al botadero.