Por: Hugo Supo
1. La entrega de Martín Belaunde
Lossio en Desaguadero aplastó todo esfuerzo puneño por mostrar que
el Valle de Tambo era más que un valle protestando contra un
proyecto minero. No ha perdido vigencia sin embargo el reclamo en
Islay, ellos tienen agenda propia.
Distinto es el caso de Puno, que fue al
paro sin plataforma de reclamos y solo con la romántica solidaridad
antiextractivista en carteles. Ahora hemos salido de coyuntura y será
de esperar otro momento para reclamar asuntos sustanciales para el
desarrollo nuestro, como la pronta llegada del gas natural y
encaminarnos a la industrialización altiplánica. ¿Ya hicieron una
evaluación del paro los dirigentes?
2. La escasez del GLP y su consecuente
incremento de precio en el mercado local, debería volvernos al
escenario del 2014, cuando la región parecía estar consciente de la
necesidad de que el Gasoducto Sur Peruano se concretara en los plazos
establecidos y se avance con celeridad a la construcción del ramal a
Puno.
Mientras tanto, los gobiernos locales
de Puno y Juliaca, el Gobierno Regional y la empresa Graña y
Montero, deberían aclarar qué pasa, por qué demora tanto la
instalación de los gasocentros prometidos, incluso, por el
exgobernador Mauricio Rodríguez.
3. Apenas había ganado las elecciones
de segunda vuelta, el gobernador regional, Juan Luque, dijo, en
entrevista grabada a este cronista, que requería de seis meses para
darle un vuelco a la administración del gobierno regional y para que
la ciudadanía note que lo que había prometido en campaña estaba en
la senda del cumplimiento.
Hoy empezamos el sexto mes de gobierno
y solo hemos visto pequeñas variaciones en la administración,
cambios de personas y cargos, pero no de estilos ni programa alguno.
El gasto presupuestal está en el
sótano y las gestiones no son alentadoras.
Ni pensar en revocatoria, con los
últimos ajustes normativos ese camino es casi imposible. Nos queda
mayor presión social para que Luque no se adormite más de lo que
está. (Correo Puno 01/06/15 Foto: Internet)