Por: Hugo Supo
La demora que tienen los Jurados
Electorales Especiales para admitir o declarar inadmisibilidad y/o
improcedencia de las diferentes listas que se han presentado para
participar en los comicios del presente año tiene dos lados
responsables.
Por uno, son las organizaciones
políticas que han demorado en solicitar la inscripción de sus
candidaturas. Esperar la última hora del día final de inscripciones
es una irresponsabilidad tremenda que la ciudadanía debería
castigar en las urnas.
Y no es que los movimientos políticos
hayan jugado al misterio para presentar las listas de candidatos;
ocurre que -producto de la improvisación e irrespeto del proceso
interno- no han completado su lista hasta cumplido el plazo.
Por esa razón, varias postulaciones
están saliendo observadas a razón de no sustentar domicilio legal,
residencia, renuncias y licencias. La democracia interna es un cuento
pues.
En el otro lado, la irresponsabilidad
también está en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) que más
allá de las invocaciones públicas a inscribirse con anterioridad,
tuvo que determinar acciones para evitar el cargamontón de
inscripciones.
Es decir, un proceso eleccionario
requiere de mayor agilidad, quizás más personal para revisar los
requisitos con pulcritud y rapidez.
El JNE debería procurar el
cumplimiento de sus propios plazos, como los tres días que tuvo para
pronunciarse sobre las solicitudes de inscripción, pero que hasta
ahora no vemos mucho.
Hay varios aspectos que mejorar para
las próximas elecciones, pero uno esencial es la vigilancia al
proceso interno, allí está el meollo del asunto.
Evitemos que los movimientos y partidos
políticos sean vientres de alquiler, y rechacemos con más fuerza a
los improvisados caudillos que saltan de uno y otro lado buscando
satisfacer su afán eleccionario.
Ojalá que esta semana ya tengamos
candidatos oficiales y empecemos el debate. (Correo Puno Juliaca
28/06/18 Foto: Andina)