lunes, diciembre 01, 2014

La intolerancia en campaña

Por: Hugo Supo

La opción política de Walter Aduviri no acepta opositores, los identifica, estudia y ataca. Si es que es presidente regional, ay de aquel que se atreva a pensar o decir distinto a lo que el caudillo sostiene, pobre de aquella prensa, consejeros, sindicatos, gremios y ciudadanos.
Todos serán víctima del fundamentalismo labrado en esas jornadas cuando se ordenaba azotar a quienes osaban simplemente caminar en pleno aimarazo del 2011, ¿recuerdan?
Los que ya vivimos esos ataques lo podemos asegurar, a los aduviristas no les gusta la gente distinta, alguien o algunos le han hecho creer a ese líder que en realidad es la reencarnación de Túpac Katari, a eso se le llama ser mesiánico.
Este radicalismo ha actuado en contra de este periodista durante esta semana, ante el fracaso de los emisarios de Walter Aduviri por lograr el “apoyo” mediático de los que nos ganamos la vida ejerciendo con pasión el periodismo, han hecho correr una bola llena de mentiras y calumnias con el propósito de desacreditar nuestra opinión.
Pero para nosotros esto es cosa de todos los días, hemos sido formados para ello, somos conscientes que junto a la maravillosa posibilidad de servir al pueblo desde los medios de comunicación, también existe el riesgo de ser víctimas de la intolerancia. No les tenemos miedo.
Lo verdaderamente preocupante es que un sector importante de la región altiplánica está a punto de darle poder a una persona que se dedica a diseñar maquinarias de amedrentamiento a quienes no compatibilizan con sus ideas, aún más a quienes le salen al frente.
Son jóvenes por cierto estos operadores, con experiencia en elecciones universitarias, esas mismas que protagonizan con pedradas, palos y guerra sucia, son estos sujetos a los que se le ha encargado la campaña contra el rival.
Qué bueno sería señor Aduviri si usted realmente liderara la renovación generacional, no lo está haciendo, su modelo es el fundamentalismo, ese es el movimiento que encabeza, el que se dedica a insultar más que a proponer. Una decepción.  (Publicado en Correo Puno 01/12/14  Foto: Internet)