Por: Hugo Supo
Este cronista es infinitamente
pesimista a la hora de ver, en prospectiva, los resultados de las
elecciones regionales y municipales que este 2014 fueron programadas
para el 5 de octubre.
Por lo que hemos visto en esta
coyuntura de la Festividad de la Virgen de la Candelaria, los que
aspiran a sentarse en el sillón que hoy ostenta Mauricio Rodríguez
son todos caudillos, no podría dárseles nomenclatura distinta,
ninguno puede henchir el pecho para hablar de liderazgo político
orgánico.
Eso quiere decir que, cualquiera sea la
preferencia electoral en octubre y en la eventual segunda vuelta
regional, las próximas autoridades van a ir en un rumbo ya conocido
para nosotros: poca capacidad de ejecución, demagogia, corrupción y
miopía para ver el camino de Puno.
Y no nos resentimos con nuestra
realidad, simplemente es así. El día en el cambie este panorama
está todavía a un par de generaciones de la nuestra.
¿Saben? Hay gente que habla de
conformar un gran colectivo ciudadano para develar las falsas
promesas que suelen ensártanos los candidatos con tal de ganar más
votos. Soñadores estos buenos vecinos, tienen buena intención, pero
su destino es el inevitable fracaso si quieren lograr una autoridad
ideal. Damas y caballeros, no tenemos candidatos ideales, hay que
escoger de lo que tenemos.
Si esa es nuestra realidad, entonces lo
que nos toca a los ciudadanos no queda en vigilar el correcto debate
en la campaña, si queremos que nuestros políticos jueguen un rol
trascendente, no hay otro camino que comprometernos a un
acompañamiento en la gestión próxima, y no solamente en campaña.
La verdad es que no hay mucho que
debatir a la hora de hablar del desarrollo de Puno, documentos como
el Plan de Desarrollo Concertado y otros ya señalan el rumbo. Que no
vengan a meternos el cuento, no esperamos una buena campaña de los
candidatos, esperamos buen trabajo a la hora de gobernar. (Publicado
en Correo Puno 03/02/04) FOTO: