domingo, octubre 12, 2008

Movistar en quechua y aymara: Más reivindicativo que funcional


Por: Hugo Supo

Telefónica del Perú ha puesto publicidad televisiva en algunas provincias de Puno –donde se habla quechua y aymara- para anunciar sus nuevos servicios en los que primero incorporan la atención del 104 en lenguas maternas (quechua y aymara), y luego difunden la entrada al mercado de celulares con el menú opcional en estos mismos idiomas.

Bueno, lo que yo he podido experimentar es que el 104 aymara no funciona en realidad, pues el contestador automático te señala que los horarios de atención son restringidos. Luego ya me desanimé para experimentar el servicio en quechua, pues supongo que también pasa lo mismo.

Es decir, que si, yo aymara-hablante tengo una urgencia un domingo por la tarde, nadie podrá darme orientación, pues los técnicos o especialistas que hablan mi mismo idioma en la central, están disfrutando su fin de semana, mientras yo me peleo con la maquinita del chip.

La medida de Movistar es mas reivindicativa que funcional, sobre todo, esta última del menú en quechua y aymara, considerando que los originarios andinos mantienen las costumbres de la oralidad para comunicarse, es decir, que la escritura y la lectura pasa a un segundo plano entre los andinos rurales. Por decirlo de alguna forma, ese menú será totalmente inútil.

Respecto, a la atención de la central 104 en los idiomas naturales del Perú, coincido (reitero) con muchos, cuando se dice que lo que primero en lo que deberían preocuparse estos empresarios españoles es mejorar la atención en castellano. Tengan en cuenta que si aquellos que queremos hacer nuestras consultas en castellano no estamos satisfechos, qué será de los que solamente hablan quechua o aymara y se ven esperanzados con este nuevo servicio.

Pero, vale el intento, así sea de Telefónica Española. Como notarán, de a poco se va forjando la importancia –que siempre tuvieron- de los pueblos originarios que radican en los andes.

Entonces ahora ya somos tomados en cuenta, incluso para la publicidad, y ya no es motivo de calificar como boga al hecho de escuchar huayno en las radios de la gran Lima, o el chullo andino, o la comida a base de productos andinos, o el soporte político que representan estas poblaciones. Ya todo es una gran corriente, inevitable de parar.