viernes, diciembre 20, 2013

El crimen nos gana

Por: Hugo Supo

Es inconcebible lo que está ocurriendo en nuestras narices. Día a día se suman los asaltos a mano armada, asesinatos, desvalijamientos en plena carretera y similares. Quienes laboramos en los medios de comunicación lo informamos, alertamos e intentamos que este triste panorama esté claro para nuestras autoridades.
Pero no, no queda claro, a ellas hay que explicarles cual infantes para dejarlo en blanco y negro.
Señoritos de corbata y camisa planchada, encargados de decidir las políticas de seguridad ciudadana: ¡nos están ganando! Los delincuentes nos dan cuera y han convertido algunos sitios en tierra de nadie.
Vamos a identificarlos geográficamente. En la zona norte de la región Puno, con mayor incidencia en las provincias de San Román, Putina, Azángaro y Carabaya, se vive un ambiente de desesperación y zozobra sembrada a punta de arma maleante e indiferencia gubernamental.
Es obvio que alguna organización criminal opera en estas localidades y ha focalizado a sus víctimas. Los mineros y comerciantes que tienen que ver con este negocio lo saben muy bien. Quién mejor para dar su testimonio que los deudos de los acopiadores asesinados en La Rinconada, los mineros que son blanco de “marcas” en Juliaca y hasta los ronderos de Carabaya que han sido humillados en un reciente atraco.
Cada inacción de la PNP, cada acto de indiferencia de las autoridades civiles -irónicamente líderes de los consejos de seguridad ciudadana-, cada silencio de la población es una derrota para nosotros.
Ha sido curioso observar al jefe del Frente Policial de Puno, general PNP Alberto Villalobos Fernández, “solidarizarse” con los ronderos asaltados en Macusani, como si esa solidaridad les devolviera la paz. Necesitamos acción, caballero.
Igual de indignante resulta la existencia de esas organizaciones como el Consejo Regional de Seguridad Ciudadana, cuyo presidente es Mauricio Rodríguez, la oficina del Comisionado para la Paz y Desarrollo del Ministerio del Interior o las gobernaciones. Sepan ustedes que sin resultados su existencia se hace inútil.
Según el INEI, el 2012 fue el año en que menos bandas delictivas se han desactivado en la región, solo se capturaron a 16 organizaciones, cifra que no le llega a los talones al 2010, cuando se desarticuló 80 bandas, o al 2011, cuando se hizo lo propio con 105.
Lo más seguro es que las cifras sean más decepcionantes en el 2013, salvo que a alguna autoridad se le ocurra decir que este periodista está histérico al estilo del tristemente recordado expremier Juan Jiménez, que así se refería a la inseguridad. (Publicado en Correo Puno 20/12/12)