lunes, junio 08, 2015

Paro en Juliaca

Por: Hugo Supo

La ciudad de Juliaca está una vez más polarizada. La convocatoria al paro que ha de iniciarse este martes ha partido a la población en dos: Los que paralizarán y los que no.
En el primer grupo están, obviamente, los opositores políticos del profesor Oswaldo Marín Quiro, los futuros postulantes al Congreso que buscan notoriedad, pero también los ciudadanos descontentos con la demagogia municipal y los dirigentes populares, mayoritariamente, lejanos a la administración edil.
En el segundo grupo está el entorno del alcalde (seguidores, simpatizantes, trabajadores, amigos y familiares) y la gente que está hastiada con las idas y venidas de cada acontecer político de esta tierra, aquellos que dicen: “Cada pueblo tiene la autoridad que merece”. Estos no van a ir al paro, aunque tampoco lo evitarán.
No podríamos aventurarnos en decir cuál de los dos es mayoría, empero una cosa es segura, los opositores ya han echado a andar una campaña que ha terminado por desprestigiar la gestión y el paro es inminente.
En respuesta, el popular “Cumpita” igualmente ha activado una maquinaria para su defensa, aunque sus acciones parecen más provocativas que de contingencia por el tradicional y torpe estilo que han aplicado al afrontar esta crisis.
La campañita de desprestigio que han generado, el fin de semana anterior, un par de periodistas de dudoso actuar en contra de los dirigentes (caso del señor José Carlos Sucari) solo ha echado más leña al fuego, pues el aludido directivo de las Cuatro Zonas se ha apartado de la manifestación y sus compañeros han dicho claramente que el comando nunca muere.
Las cosas iban bien para el alcalde hasta los días en los que había anunciado la resolución de contrato con la cuestionada empresa Supervisión Juliaca. Recuerden que el lío parte de una presunta negligencia de este consorcio que no habría cumplido a cabalidad su función de vigilar el respeto al expediente técnico en la construcción del drenaje pluvial.
Un proceso sumario de resolución de contrato hubiera podido mermar el paro, al menos por ahora, hubiera significado tiempo para Marín, pero ha optado por otro camino.
El alcalde o sus asesores -que han de estar desesperados- han preferido atacar burdamente para defenderse, un error que desgastará inútilmente a la autoridad, demasiado corto el tiempo para empezar a quemarse. (Correo Puno-Juliaca 08/06/15 Foto: Facebook)