jueves, agosto 18, 2016

Mejor paren esa revocatoria

Por: Hugo Supo

La planteada revocatoria contra el alcalde de la Municipalidad Provincial de San Román (Juliaca), Oswaldo Marín Quiro, se ha convertido en una letanía opositora por el constante cambio de sus promotores.
El primero de los revocadores cayó de manera ridícula. Don Ademiro Paja Quispe fue comisionado por sus compañeros de las Cuatro Zonas par a comprar el padrón de aherentes, pero su sueño por convertirse en sereno pudo más. Ahora es un tristemente recordado exdirigente barrial que solo sirvió para sacar a la luz que las revocatorias no siempre responden a cuestiones ciudadanas.
Le siguió el propio presidente de las Cuatro Zonas, Eugenio Mamani Chuquija, aunque la emoción por revocar a Marín Quiro se le pasó en cuestión de horas. Terminó renunciando al encargo y al gremio, dejando todo en medio de una profunda crisis.
El tercer intento por iniciar ese proceso lleva el nombre de Lolo Ochoa, otro que terminó renunciando a las horas sin dar mayor explicación de sus decisiones.
Ahora se comenta que sería el excandidato a alcalde, Emilio Barahona, quien compre el kit. ¿A santo de qué? No sabemos aún.
Mientras tanto, el alcalde Marín (que, por supuesto, no es santo de devoción y debe tener más de ochocientos errores en su gestión) sonrie para sus adentros y ve cómo se pulveriza la dirigencia fiscalizadora.
Un consejo para los hinchas de la revocatoria: mejor preparen una opción para 2018, las elecciones están a la vuelta de la esquina, sería más interesante verlos competir en democracia y así demostrar cómo se hace gestión.
Por ahora, es urgente reformular el funcionamiento de los gremios y asociaciones barriales en esta ciudad, puesto que la vigilancia es trasncendental para acompañar cualquier gobierno, mucho más en una localidad tan compleja como Juliaca.
No es necesario exponer las debilidades dirigenciales de manera tan boba como lo que hacen estos días. (Correo Puno-Juliaca 18/08/16 Foto: Difusión)


jueves, agosto 11, 2016

La ilusión de las revocatorias

Por: Hugo Supo

El asunto de las revocatorias es una fiebre temporal de nuestra sociedad provinciana con el que - suponemos sostienen algunos de sus promotores- solucionaremos los problemas como la atención a los servicios básicos en los pueblos.
La ONPE ha registrado aproximadamente una veintena de solicitudes de revocatoria en el presente año solamente para distritos y provincias del Altiplano.
La historia es distinta a nivel nacional, puesto que según el último reporte de la ONPE se han adquirido 473 kits electorales para la recolección de firmas.
¿Qué argumentan quienes piden revocar a sus autoridades? La misma ONPE responde que las motivaciones principales son: incumplimiento de promesas electorales, supuesta incapacidad en la gestión administrativa, pérdida de la confianza en la autoridad, falta de concertación con la población y de capacidad para realizar obras, incumplimiento del Presupuesto Participativo y la no lo rendición de cuentas.
Motivos válidos, por supuesto, para estar descontentos con el trabajo de los gobernadores, consejeros, alcaldes y regidores, aunque nada garantiza que la revocatoria podrá dejarnos mejor experiencia con la eventual gestión de los accesitarios.
Recuerden que existe una norma “pos-revocatoria” de la exalcaldesa de Lima, Susana Villarán, la cual descarta cualquier elección complementaria en caso la consulta popular determine la salida de las actuales autoridades.
¿Qué pasa si se revoca a todo un concejo municipal? Ingresan los accesitarios, muchos de los cuales han sido puestos de relleno y emergencia en el momento de la inscripción de las listas. ¿No es acaso cambiar moco por baba?
De manera que esta aventura para impartir “castigos ciudadanos” contra las autoridades, solo nos encaminará a mayor incertidumbre.
No se ilusionen con esta fiebre, que -como en toda campaña-, aquí también hay intereses que no precisamente merecerían llamarse ciudadanos. Motivo para reflexionar y una próxima entrega. (Correo Puno-Juliaca 11/08/16 Foto: Yda Ponce)