Por: Hugo Supo
Parece haberse puesto en boga el
matrimonio, especialmente el homosexual, y ahora es una bandera de
lucha para los entusiastas indignados con el orden mundial. Dicen que
“la felicidad” es derecho de todos.
Cosa curiosa es que reclaman por la
vigencia de un contrato prácticamente en desuso en las sociedades
postmodernas y que, incluso, culturas, como la andina no lo ha considerado determinante para marcar la felicidad en parejas y
comunidad.
Quienes apoyan la idea del matrimonio y
al mismo tiempo cuestionan a occidente (liberalismo, mercado, estado
de derecho, etc.) deberían reflexionar sobre los orígenes de este
pacto y su vigencia.
En la Roma antigua, donde se origina el
matrimonio, este se daba solo en la élite y por cuestiones de
herencia, como saben, ahora esta figura ha variado a modo de
contratos tipo compra-venta.
En aquel entonces, las sociedades
podían prescindir del matrimonio, puesto que era repetitivo en los
pueblos paganos legar los bienes a un amigo o una persona muy
querida, no a los hijos.
Cuando se carecía de bienes el
matrimonio era un trámite inútil, tampoco era necesario para tener
relaciones sexuales ni para procrear hijos.
Esa lógica ha funcionado muy bien en
las sociedades antes de la imposición de la religión
judeo-cristiana. La tendencia de hoy es para ese lado por cierto.
Solo para muestra: en Ecuador, la tasa
de divorcios ha crecido un 69% en 10 años, en Argentina, una de cada
tres parejas se divorcia y en Europa, dos de cada tres parejas
terminan en separaciones.
Las culturas andinas han aportado algo
mucho más valioso que el matrimonio, puesto que la unión de las
parejas se daba, y se sigue dando, con el sirvinacuy, una convivencia
vigilada por el colectivo comunal como trámite indispensable para el
triunfo de la vida en pareja.
No es mala idea que contrario a
reivindicar una institución desfasada e hija de la cultura
occidental, se opte por una senda colectivista para garantizar el
modo de reproducción de nuestra especie.
Y entiendan bien. Aquí hablamos de
reproducción, los homosexuales pueden tener figura distinta. (Correo
Puno-Juliaca 19/06/15 Foto: Internet)