Por: Hugo Supo
No es la primera
vez que el Consejo Regional de Puno (2019-2022) mete sus narices
donde no quepa.
La reciente convocatoria para discutir
la denegatoria de licenciamiento a la Universidad Andina Néstor
Cáceres Velásquez (UANCV) es populismo del más barato.
Lo que hace es desprestigiar a los
políticos locales, porque intromisiones como esta, demuestran
desconocimiento de funciones y poco tino para mostrar gestos de
solidaridad con los afectados (genera innecesaria expectativa).
Así ha sido también cuando declararon
de interés regional y necesidad pública la importación del gas
natural de Bolivia al altiplano peruano en el año 2019.
O sesiones efectistas como la vez que,
escandalizados porque unos obreros del estadio Guillermo Briceño
Rosamedina habían sacado parte del césped, prácticamente
ordenaron la variación del expediente técnico de la obra, dejando
de lado crisis ambientales como el cierre del sector Huanuyo
(Juliaca), donde sí podían haber actuado.
Volviendo a la
coyuntura universitaria, si el Consejo Regional quiere apoyar a la
juventud puneña, sus integrantes debieran estar concentrados en
reforzar las condiciones de los institutos tecnológicos, pedagógicos
y colegios de Educación Básica Regular; todas están en camino al
licenciamiento y necesitan ayuda efectiva para superar las vallas.
Y
si de universidad se trata, nada impide al Gobierno Regional
vincularse con entidades públicas y licenciadas para promover
investigación en los temas que les compete (firmando convenios y
transfiriendo presupuestos) y así contribuir a la mejora de las
condiciones de estudiantes y catedráticos.
Porque el cierre de las universidades
en Puno, no solo afecta a los actuales estudiantes, sino, sobre todo,
a la oferta educativa para las próximas generaciones y allí hay
mucho trabajo por hacer. (Correo Puno Juliaca 12/03/20 Foto:
Difusión)